Detener la inmigración masiva, reza este cartel.
Los electores suizos aprobaron por una ajustada mayoría del 50,3% limitar la entrada de inmigrantes, principalmente de la Unión Europea, un resultado que amenaza con provocar serias fricciones con Bruselas.
Según resultados oficiales, la propuesta “Fin a la inmigración masiva”, promovida por el partido de derecha populista UDC, logró la doble mayoría requerida, la de los electores, y la de los cantones.
Concretamente, el “sí” significa el fin del acuerdo de libre circulación de personas firmado con la Unión Europea, que se ha traducido en una inmigración masiva de ciudadanos del bloque a Suiza.
Después de este resultado, el país, neutral pero rodeado de Estados de la UE, deberá en teoría reinstaurar el sistema de cuotas de inmigrantes, que existía antes del acuerdo de libre circulación.
“Es un giro en nuestra política de inmigración”, declaró el presidente de la UDC, Toni Brunner.
Casi todos los partidos políticos suizos y la patronal llamaron a los electores a votar en contra del texto.
Las consecuencias prácticas del resultado, no obstante, no están aún muy claras.
La única certeza es que el gobierno suizo debe presentar ahora un proyecto de ley que concrete las exigencias del texto sometido a referendo, que pide que Suiza gestione de forma autónoma la inmigración de extranjeros.
El texto pide que se establezcan cuotas anuales para los trabajadores.
Dichas cuotas deberán fijarse en función de “los intereses económicos globales de Suiza y respetando la preferencia nacional”.
Además, los acuerdos internacionales contrarios a este espíritu, como los que regulan la libre circulación de personas, deberán ser renegociados y adaptados en un plazo de tres años.
AFP
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