“Mi tapabocas no impide que te ame”

El amor definitivamente no tiene límites, y más si se mantiene en el tiempo a pesar de las adversidades del destino. Este es el caso de Josué Guerrero, de 25 años, y Elibeth de Guerrero, de 26, unos jóvenes que se aferran al amor en medio de la tormentosa prueba que el destino les puso.

Josué Guerrero, ingeniero electricista y teniente de la Fuerza Aérea Venezolana, sufre una enfermedad temida por cualquier ser humano: leucemia aguda. Está internado en Hospital Universitario de Maracaibo (HUM) desde el 15 de enero de 2014. Su ingreso al centro asistencial fue por un cuadro viral y resultó siendo algo mucho más grave que eso.

Josué y Elibeth tienen una relación de más de 10 años y tanto es el amor que se tienen que decidieron unir sus vidas hace siete años, todavía se besan y se agarran de la mano como si fueran unos recién enamorados.

“Mi vida (Josué) y yo estamos unidos en todo momento. No me perdonaría el estar ausente en este momento”, declara Elibeth, con lágrimas en sus ojos que se deslizaban por su rostro como cual cascada en la sabana.

Miradas tristes abundan en la habitación 28 del octavo piso del HUM, sin embargo, son palabras de esperanza y fortaleza las que salen de la boca de la progenitora de Josué, Inmaculada Guerrero, quien declara que Dios está con ella: “Nuestra fe está siendo probada en el crisol”.

Inmaculada tampoco pudo frenar su llanto, pero en medio de sus lágrimas dijo: “me aferro a mi Dios, a mi virgencita amada, y a la oración con todos los santos para que se haga la voluntad del Señor en mi hijo”.

“Mi hijo Santiago Alejandro, de 7 años, extraña a su padre. Me pregunta por él todos los días. Muchas veces no sé qué decirle, pero le respondo que está bien. Que rece mucho por él”, declara Elibeth, mientras se limpia su rostro y culmina respirando profundamente.

“Nosotros nos enamoramos todos los días. Siempre vivimos un 14 de febrero, y este no será la excepción. A pesar de esta situación y de que puede hablar poco, su mirada me enamora cada día. Verlo luchar por su recuperación, por su hijo, por su madre, por mí y demás familiares, eso me enamora más de él”, expresó Elibeth, manifestando su profundo amor por Josué con una sonrisa cargada de sentimiento mientras lo veía.

Pudimos tomar una declaración de Josué diciendo que quería un beso, el cual ella le dio. Tomando de la mano a su joven esposa, la miró y le dijo la frase que rompe toda tristeza, angustia y obstáculo: “te Amo”. Ella replicó: “mi tapabocas no impide que te ame”, y de inmediato se besaron nuevamente.

El olor a rosas y a chocolate característico de este día para Josué y Elibeth cambiará al penetrante olor de cloro y de alcohol que reina en los hospitales, pero eso no impedirá que ellos vivan ese día como siempre lo han hecho.

“Para mostrar el amor que sientes por alguien no se necesita un día especial, sino que todos los días sean especiales, así como lo hacemos nosotros”, culminó Elibeth.

Juan De Moya/ Pasante

Foto: Xiomara Solano

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