¡Perdieron la brújula moral y ética! (Luis Semprún Jurado)

Luis Semprún Jurado

“El que siembra vientos,

cosecha tempestades”

Proverbio popular

Por fin ocurrió lo que muchos zulianos pedían a gritos: impedir que, en Maracaibo, la Plaza de la República se convirtiera en otra Plaza Altamira. Es por ello que la GNB, CPBEZ y PNB tomaron el control de dicho ícono zuliano, la están saneando y con la firma de un acta, se la entregarán a la alcaldesa Eveling de Rosales, responsable originaria de su custodia y mantenimiento, con la esperanza de que esta vez lo haga como es debido y no vuelva a permitir cosas como esas.

Pero… ¿Qué motivó a Pancho a tomar tal decisión?

Elemental, mi querido Watson: la plaza se había convertido en la guarida de un grupo de vándalos, escudados por la presencia de un grupo de estudiantes, de distintas universidades, que perdieron la brújula moral y ética, y que han sido manipulados con el cuento de las “protestas pacíficas”. Palabras como: “Este movimiento está apegado a la paz y a la Constitución, continuaremos movilizados y haciendo asambleas”, distan mucho de la realidad. La quema de cauchos, el cierre indiscriminado de calles, el ataque a medios de transporte del estado, destrozos a oficinas públicas y privadas, el ataque con “cocteles molotov”, y pare de contar desvirtúan esas afirmaciones. Es cierto, no se puede generalizar, pero… hagan un experimento, pónganse una camisa roja y caminen cerca de una guarimba y me cuentan como les fue. O sea!

Elemental, mi querido Watson; todas estas guarimbas iniciadas en la ciudad, aunque tenían como centro de operaciones instalaciones “desconocidas”, su punto de encuentro y partida era la plaza. Se comunicaban por medio de una nueva aplicación para sus celulares llamada “Zello”, cuyas medidas de privacidad resultaron inútiles. Allí llegaban camionetas (plenamente identificadas) con la logística, que comprendía: cauchos, bolsas de basura, etc. etc. y combustible para iniciar las quemas y cierres de vías, así como los consumibles necesarios para su alimentación. Existen suficientes videos que así lo demuestran, por lo que sería una ridiculez negarlo. Aquellos que “no eran estudiantes”, los que dirigían la mayoría de las actividades, estaban en posesión de bates, cabillas, tubos, cierta especie de “chopos”, toallas sanitarias, preservativos, comida de restaurantes, droga en cantidad, “caña”, revólveres, y hasta documentos de presidentes de gremios. Pregúntenle al Fiscal Superior del Zulia, que con su presencia garantizó los derechos de los que allí estaban, si no fue eso lo que se encontró. ¿Eran esos objetos para marchar en “paz”? ¿Eran para “marchar pacíficamente”?

Elemental, mi querido Watson: luego de un arduo trabajo de inteligencia se constató que politiqueros inescrupulosos han estado preparando todo desde hace tiempo atrás, alienando y manipulando a un grupo de jóvenes inexpertos (que no conocen el terror de los gobiernos de sus partidos), con el discursito del “desabastecimiento”, “la escasez”, la inseguridad, la falta de “libertad de expresión” y pare de contar. Con la excusa de la supuesta falta de divisas han tocado la sensibilidad de quienes, alienados por el consumismo, se creen con el derecho de despilfarrarlas en viajes de placer. Sumado a ello, el contrabando de extracción de alimentos y de combustible, la guerra económica exacerbada por una guerra mediática, les permitió crear el caldo de cultivo que necesitaban para poder manejarlos a su antojo y utilizarlos como carne de cañón, mientras sus mercenarios, bien, pero muy bien pagados, hacían el trabajo de provocación y violencia. Y si caía herido o muerto un muchachito de estos, habrían triunfado, porque un muerto en esas filas, es lo que estaban buscando a como diera lugar para crear la gran consternación nacional. O sea!

Los acontecimientos de los últimos años nos han enseñado que los muertos siempre los pone la gente del pueblo, de ese noble pueblo que anhela vivir en paz. Pero esa tan deseada paz se ve siempre impedida por las acciones fascistas de una derecha carroñera, asesina y sionista, que trata de esclavizar de nuevo al país, sin importarle el costo de vidas humanas, sean del lado que sean. Si son del lado de ellos, mejor, porque así pueden satanizar al gobierno. De hecho, Leopoldo López se entregó cuando reconoció, en un audio, voces de gente de su entorno que, en realidad, planeaban asesinarlo. Preso ya no les sería tan útil como muerto. ¿Qué tal?

El Presidente, por su lado, ha hecho innumerables llamados a la paz y la concordia, palabras que han caído en oídos sordos. En más de una ocasión ha explicado que la protesta pacífica es un derecho constitucional, pero que hay que entender que una protesta no implica dañar el orden público. Ya la ciudadanía, cansada de tanta violencia, exige mano dura contra los guarimberos, sean del lado que sean, porque hasta ahora lo único que hemos visto en ellos son expresiones cargadas de odio, resentimiento, racismo y disociación. A veces pienso que debe ser porque sus padres, antichavistas rajaos, han estado caceroleando de tal manera, durante los últimos catorce años, que los han enloquecido, acompañado por el lloriqueo posterior de despertarse cada mañana y ver que tienen al mismo Presidente. De ser así, ellos no tienen la culpa, sino sus padres, esos mismos que permiten que la derecha apátrida los utilice como carne de cañón para sus fines inconfesables y que cuando les pasa algo salen berreando a echarle la culpa al opresor “régimen” castro-comunista; ellos y el gobierno imperial yanqui con sus ambiciones de apropiarse de nuestro petróleo, que induce, propicia y financia esta barbarie.

Venezuela es un país democrático en el que sólo a través del voto popular se elige a un Presidente. Aquí nadie es más que otro. Aquí la aristocracia no tiene más derechos que tú, ni que yo. Ya no es como en el pasado, que ellos “seleccionaban” diputados, gobernadores, presidentes, y los manejaban y chantajeaban a su antojo. El pueblo despertó y ya no quiere seguir siendo esclavo, ni explotado. Esto, lo entiendan o no, es una lucha de clases. Y mañana, cuando despierten, Nicolás seguirá siendo el presidente, entonces volverán a las calles y cansados dormirán de nuevo y al despertar Nicolas seguirá siendo el presidente. Así será todos lo días de este mes, el que viene, este año y los que vienen, hasta que el pueblo, en elecciones, decida lo contrario. La tienen muy difícil ¿ah?

Me decía mi amigo: “Esta fue la crónica de un fracaso anunciado, una vez más. ¿Qué dirán los medios mañana? ¿Dirán que el “rrrrégimen” les cercenó el derecho a la “protesta pacífica”? ¿Se atreverá a llamarlas “pacíficas”? Lo que estoy seguro callarán es que, detrás del minúsculo grupo promotor de generación de disturbios, están los politiqueros que defienden el bachaqueo y el contrabando en el Zulia, y a sus mafias”.

Maduro sigue siendo Presidente. Como decía nuestro eterno Hugo Rafael: “Volverá Rin Tin Tin, volverá Supermán, pero adecos y copeyanos, esos nunca volverán”.

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