martes, 29 de septiembre de 2015

J. A. Bayona: "Tenemos que dejar de pensar en una división del mundo como norte y sur"

DANIEL G. APARICIO

  • Juan Antonio Bayona ha rodado el corto solidario '9 días en Haití'.
  • Según el cineasta, los recortes en cooperación son exagerados.
  • El director de 'Lo imposible' habla para '20minutos' de la importancia de los niños y las relaciones maternofiliales en sus películas.

Sin perder la sonrisa

Gracias a las películas El orfanato (2007) y, sobre todo, la taquillera Lo imposible (2012), Juan Antonio Bayona se ha convertido en uno de los directores españoles más cotizados del siglo XXI. El cineasta catalán confiesa que actualmente apenas saca tiempo libre para distraerse. De hecho, su último trabajo, ha nacido de un pequeño hueco entre un proyecto y otro. Se trata del cortometraje 9 días en Haití, enmarcado en la iniciativa solidaria Sí me importa y presentado recientemente en el Festival de San Sebastián.

¿Cómo surgió esta iniciativa?
Nos reunimos con la gente de Oxfam Intermón y nos enteramos de los recortes que ha habido en la ayuda en la cooperación y el desarrollo en los últimos años y vimos la necesidad de hacer algo. Ellos estaban poniendo en marcha la campaña Sí me importa y era una manera de formar parte de ello y decir también que sí nos importaba y que queríamos hacer algo.

¿Qué se muestra en 9 días en Haití?
En el corto realmente mostramos lo que nos encontramos, porque llegamos allí sin un plan trazado, simplemente con nuestras cámaras sin saber muy bien lo que nos íbamos a encontrar. Yo creo que ese es el punto de vista de la mayoría, porque realmente sabemos muy poquito de Haití: que es un país de una pobreza extrema y que sufrieron un gran terremoto hace cinco años, pero poca cosa más sabemos.

¿Y cómo planteó el corto?
Con ese punto de vista nos adentramos en una escuela de niños desplazados —que estaban también desplazados a causa de un terremoto— y narramos su encuentro con la animación, gracias a un taller de animación que realizamos allí durante los nueve días. Con la excusa de ese taller vamos abriendo el círculo de influencia y vamos hablando del lugar y la realidad en la que viven y la situación del país en general.

Los niños vuelven a ser parte esencial de la historia, como en casi todos sus trabajos.
No sé, supongo que me reconozco más con ese punto de vista, con esa ingenuidad. Es la ingenuidad que tenía yo también respecto al tema porque tampoco sabía mucho sobre la situación en Haití y sobre la cooperación y el desarrollo. Es algo a lo que me acerqué con bastante desconocimiento y de lo que me acabé empapando al final.

Sobre los recortes en cooperación, ¿no cree que están vinculados a la mala situación de España en los últimos años?
Realmente sí que vivimos una situación complicada en España, pero la partida al desarrollo no es significativa en comparación con lo que significa para estas personas. El problema de esta gente es que no tiene un horizonte de oportunidades, no tienen un mínimo de las necesidades cubiertas.

¿Hace falta más solidaridad en el mundo?
Creo que la desigualdad es quizá el punto más problemático en todo el mundo, lo estamos viendo ahora con la crisis de los refugiados. Si realmente en su país hubiera una estabilidad, esta gente no estaría viniendo aquí. Y la realidad es que al final nos acaba afectando. Lo que le pasa al país vecino indirectamente te acaba afectando a ti. Yo creo que en ese sentido es muy importante que entendamos la idea de los pueblos solidarios, de que todos formamos parte de lo mismo y hay que tomar partido en ello.

¿Cree que situaciones como la de Siria nos harán más sensibles y solidarios?
Como decía, la crisis de los refugiados es un buen ejemplo de cómo nos pueden llegar a afectar los problemas de nuestros vecinos. Tenemos que dejar de pensar en una división del mundo como norte y sur. Las fronteras la gente las está saltando. Yo creo que está habiendo un movimiento muy importante ahora por parte de la gente de darse cuenta de que hay que hacer algo. Creo que es importante este cambio de conciencia en la sociedad en la que vivimos.

Volviendo a los niños, uno vuelve a ser el protagonista de su siguiente trabajo, Un monstruo viene a verme.
Es una historia de cómo un chaval de 12 años se enfrenta a la enfermedad de su madre imaginando a un monstruo gigante que viene a verle cada noche, una historia de cómo lidia con la situación a partir de esa fantasía. Es una película muy intensa también, como las otras, contada solamente desde el punto de vista de un niño de una manera mucho más directa.

Repite también la importancia del componente maternofilial. ¿Considera la figura de la madre como algo clave en la vida?
Yo creo que los de nuestra generación venimos muy marcados por la sobreprotección, somos la primera generación sobreprotegida después de años de mucha miseria en España. Yo creo que eso hablan mis películas, de ese encuentro, de crecer como un proceso doloroso, de darse cuenta de cómo es la vida.

Se está convirtiendo en una seña de identidad de su trabajo.
Y de la gente con la que trabajo. Hemos mostrado esta idea siempre de manera intensa, tanto en El orfanato, que era la historia de una mujer que no sabía lidiar con su propia madurez y acababa jugando con fantasmas a lo massive attack en un orfanato, como en Lo imposible, donde se muestra el choque del niño frente a la muerte. Esta vez estamos otra vez ante lo mismo, esa idea de la infancia y la relación intensa con la madre, con el padre y un horizonte que es la muerte.

En Lo imposible tenía a Spider-Man, aunque aún no lo sabía...
(Ríe) No, no lo sabía. La verdad es que estoy muy contento por él, estoy muy contento por Tom. Le vi hace poco, porque vino a Barcelona y estuvimos hablando de la vida y de cómo va todo, y la verdad es que me alegra ver lo bien que le va. Es un tipo muy listo y ha tenido un golpe de suerte que estoy seguro que aprovechará.

Para más adelante, prepara Guerra Mundial Z 2.
Sí, estamos trabajando en el desarrollo de la secuela. Ahora mismo estamos simplemente intentando levantar un guión para rodarla. Te puedo contar muy poco porque realmente esto es lo que sé. La idea es rodar el año que viene para estrenar el siguiente.

¿Y qué tal la relación con Brad Pitt?
Buena. Es un tipo muy listo que realmente habló con nosotros por lo mucho que admira tanto El orfanato como Lo imposible. Y a partir de ahí se formó una relación profesional muy positiva, no sólo con él sino con toda la gente de su entorno y de su productora, que son de lo mejor que he conocido yo en Hollywood.

También dirigió dos capítulos de la serie fantásticva Penny Dreadful...
Fue una gran experiencia, levantado una serie desde cero, trabajando por encargo, que nunca lo había hecho. Lo disfruté muchísimo.

Dos películas y dos premios Goya, ¿cuántos galardones aspira a conseguir en su carrera?
Los premios no pueden ser el objetivo, o no deberían serlo. Hay que ser agradecido y darles la importancia en su justa medida. Son importantes para poder seguir trabajando. Al final, los que hacemos las películas —o al menos yo— hacemos una película para poder hacer la siguiente. Para mí es la manera de vivir, no solamente de ganarme la vida. Y los premios siempre son importantes para la continuidad.

¿Sin premios es más complicado seguir haciendo cine en España?
Yo creo que vivimos una situación muy curiosa porque, por una lado, nos ponen todo tipo de trabas por parte de las insituciones pero por otro el cine está resultando muy exitoso y la gente está acudiendo como nunca a las salas a ver cine español. En parte, yo creo también que es el recoger tantos años y años de gente acudiendo a las escuelas de cine, de técnicos cada vez más profesionales... Ha habido un desarrollo industrial y cultural que ahora estamos recogiendo y que creo que va a seguir en un futuro, porque al final, que una película sea buena o mala depende mucho más del talento que de la inversión.

¿Sigue interesado en rodar anuncios y videoclips?
Ahora mismo no tengo tiempo para hacer todas las cosas que quiero hacer. Ha sido un milagro haber sacado tiempo para hacer esta pieza documental, ya que estamos acabando una película e intentando empezar otra. Rodé un anuncio este verano y me han seguido ofreciendo cosas a las que he tenido que decir que no porque no tengo tiempo.

Pero es obvio que la música sigue siendo algo muy importante para usted.
El cine es un modo de expresión sobre todo emocional y ahí siempre tiene mucho sentido la música.

¿Qué escucha normalmente?
Suelo escuchar muchas bandas sonoras todavía, de pequeño era muy aficionado y todavía las sigo escuchando. Aparte de eso, lo que escucha todo el mundo me imagino. No me queda mucho tiempo para escuchar música durante el día.

¿Y saca tiempo para ir al cine?
Lo intento. Hace una semana vi B, la película de Bárcenas, y vi Edén, una película musical francesa. Cogí la moto y me escapé a verlas a última hora, cuando encontré tiempo libre.












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