En el chavismo en Venezuela asoman añejas divergencias tras la destitución de Jorge Giordani, artífice de un férreo control económico y enfrentado a Nicolás Maduro; el presidente busca flexibilizar el modelo en medio de una inflación superior a 60%.
“La salida de Giordiani (del ministerio de Planificación) es parte de una estrategia destinada a flexibilizar la política económica. Y en clave marxista, flexibilización equivale a concesión empresarial”, comentó a la AFP el analista político John Magdaleno.
Giordani, uno de los más cercanos colaboradores del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013) y creador del polémico control de cambios que rige en Venezuela desde 2003, fue relevado la semana pasada por Maduro, luego de haber ocupado distintos cargos en el gobierno durante 15 años.
Tras su salida, en una misiva difundida el 18 de junio, Giordani arremetió contra Maduro, lo acusó de carecer de “liderazgo”, de generar una sensación de “vacío de poder” y de ceder a las presiones del sector privado, que reclaman dejar atrás el modelo económico de expropiaciones y control de precios y cambios.
Maduro guardó silencio durante una semana, pero el miércoles respondió duramente a Giordani, aunque sin citarlo, y a un puñado de chavistas que lo han apoyado, entre ellos el exministro de Educación Héctor Navarro. Se refirió a ellos con el calificativo de “izquierda trasnochada”.
“¡No tiene justificación ninguna de los ministros para que vengan a estar sacando cartas para destruir la revolución, para justificar sus culpas, sus errores! ¡Exijo máxima lealtad a todos los dirigentes de la revolución!”, exclamó Maduro en un acto partidista en Maracay (oeste).
En un discurso televisivo, Maduro se refirió nuevamente a este caso pero con un llamado a “pasar la página” y sostuvo que tiene “la mano extendida para dársela a todos los compañeros” porque es “momento de ir hacia adelante”.
AFP
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