martes, 23 de febrero de 2016

Quince años de Oscar animados: de 'Shrek' a 'Del revés'

DANIEL G. APARICIO

  • Este domingo 28 de febrero se cumplirán tres lustros de la creación de los Oscar a mejor película de animación.
  • El primer largometraje que logró este galardón fue 'Shrek', de Dreamworks, en 2001, y este año la favorita es 'Del revés (Inside Out)'.
  • Solo tres películas de animación han sido nominadas en la categoría de mejor película: 'La Bella y la Bestia', 'Up' y 'Toy Story 3'.

'Shrek'

El próximo domingo 28 de febrero, en la 88ª edición de los premios Oscar, cuando todos los focos estén puestos sobre Leonardo DiCaprio y El renacido se encuentre en plena lucha por consolidarse como la película del año, el cine de animación vivirá su pequeña fiesta, la del quince aniversario de la creación del Oscar a mejor película de animación, un galardón que todo el mundo da por hecho que volverá a ser para Pixar gracias a su soberbia Del revés.

Sin embargo, el vínculo entre los largometrajes animados y los Oscar se remonta muchas décadas atrás, concretamente a 1937, cuando la industria cinematográfica vivió un hito histórico, el estreno de Blancanieves y los siete enanitos. A diferencia de lo que muchos piensan, no fue el primer largometraje animado de la historia, pero sí el más ambicioso hasta la fecha. De hecho, fue el primero sonoro y en color, y no tardó en convertirse en el máximo referente del cine de animación.

Antes del estreno, buena parte de Hollywood y de la prensa de la época pensaba que se trataba de un disparate y se referían al proyecto como "la locura de Disney". Se equivocaron. Innovadora a nivel técnico y artístico, con una calidad de animación sin precedentes y un acabado musical excepcional, la película se convirtió en un éxito de taquilla al que también tuvieron que rendirse los académicos.

Aún faltaban casi tres cuartos de siglo para la creación del Oscar a mejor película de animación, pero eso no impidió que Blancanieves recibiese honores. En 1938, estuvo nominada al Oscar a mejor banda sonora. Un año después, Walt Disney recibió, de manos de la pequeña Shirley Temple, un premio honorífico: una estatuilla normal y otras siete en miniatura, como guiño a los enanitos del filme.

A partir de aquel momento, Disney se convirtió en una fábrica de clásicos animados, "la factoría de sueños". Sin embargo, a pesar del éxito de crítica y público de la mayoría de sus filmes, estos no recibieron demasiados premios de la Academia. En 1941, con el éxito de Blancanieves aún coleando, Pinocho se hizo con los Oscar a mejor banda sonora y a mejor canción y, en 1942, Fantasía logró otras dos estatuillas honoríficas por la calidad de su apartado sonoro.

A partir de ese momento, la música fue la principal vía del cine de animación en general y de Disney en particular para colarse en los Oscar. La Sirenita (1989), La Bella y la Bestia (1991), Aladdin (1992), El rey león (1994) y Pocahontas (1995) ganaron los mismos dos premios que Pinocho. Después, muchas otras películas como Tarzán (1999) o Monstruos S.A. (2001) obtuvieron el Oscar a mejor canción.

Más allá de la banda sonora

Más reconocimientos obtuvo ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (1989), largometraje dirigido por Robert Zemeckis y producido por Touchstone Pictures y Amblin Entertainment que mezclaba imagen real y dibujos animados y que consiguió tres de los seis Oscar a los que aspiraba (mejores efectos visuales, mejor sonido y mejor montaje) además de una estatuilla especial por la "animación, dirección y creación de personajes animados".

Aunque el siguiente gran hito de la historia del género lo logró La bella y la bestia (1991), primera cinta de animación de la historia que logró una nominación en la categoría de mejor película. Después, sólo otros dos largometrajes animados han recibido tal honor, Up y Toy Story 3.

En 1993, la cinta de animación stop motion Pesadilla antes de Navidad fue nominada a la categoría de mejores efectos especiales y, en 1995, se produjo el mayor punto de inflexión en la historia de la animación desde 1937, el estreno de Toy Story, que recibió un Oscar especial como primer largometraje de animación hecho íntegramente por ordenador además de estar nominado a otras tres estatuillas, incluida la de guion original.

Con el comienzo del nuevo milenio, el auge de la industria de la animación hizo evidente la necesidad de crear en los Oscar una categoría específica para este tipo de cine. Aunque en sus catorce años de existencia (este domingo se cumplirán quince), Disney y Pixar han monopolizado la categoría —entre ambos estudios se han llevado nueve premios— también ha habido hueco para otras productoras. De hecho, los dos primeros años, se les escaparon de las manos.

En 2001, Shrek, de Dreamworks, se convirtió en la primera producción en obtener el Oscar a mejor película de animación. En 2002, el premio fue para El viaje de Chihiro, cinta nipona dirigida por Hayao Miyazaki que hasta el momento ha sido el único filme de habla no inglesa que ha logrado hacerse con este galardón.

Sólo tres películas más han logrado vencer a la maquinaria de Disney y Pixar: Wallace y Gromit: la maldición de las verduras (DreamWorks y Aardman Animation) en 2005, Happy Feet (Warner Bros. Pictures) en 2006 y Rango (Nickelodeon Movies) en 2011, año en el que también estaba nominada Chico & Rita, de Fernando Trueba y Javier Mariscal, única película española que ha conseguido hacerse hueco en esta categoría.

Al igual que sucede con categorías más popualres, la animación también ha suscitado polémicas en relación con los nominados y los premiados. En 2009, por ejemplo, nadie comprendió que Wall-E, que competía en seis categorías y estaba considerada una de las mejores producciones del año, no estuviese nominada al Oscar a mejor película; en 2013, Brave, una de los filmes más flojos de Pixar, le arrebató el Oscar a mejor película animada (sólo tenía esa nominación) a cuatro rivales claramente mejores (Rompe Ralph, Frankenweenie, El Alucinante Mundo de Norman y ¡Piratas!); en 2015, La LEGO película se quedó incluso sin nominación a mejor película animada, la propuesta más sorprendente del año tuvo que conformarse con una nominación en la categoría de mejor canción que ni siquiera se llevó...

Este año, la estadounidense Anomalisa —de Charlie Kaufman—, la británica La oveja Shaun, la japonesa El recuerdo de Marnie y la brasileña El niño y el mundo lo tienen complicado para derrotar a la todopoderosa Pixar, que este año complite con la aclamadísima Del revés (Inside Out), el largometraje que ha conmovido a niños y adultos de todo el globo y ha devuelto al estudio al camino de la excelencia que los encumbró a lo más alto del séptimo arte.












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