El papa Francisco afirmó el viernes en su primera visita a Turquía que el diálogo interreligioso e intercultural puede ayudar a acabar con el fundamentalismo y el terror, que padecen en especial Siria e Irak.
Tras una entrevista con el presidente islamo-conservador turco Recep Tayyip Erdogan en Ankara, Francisco también elogió los “generosos esfuerzos” de Turquía en acoger refugiados de Siria e Irak, y consideró que la comunidad internacional tiene la “obligación moral” de ayudar en esta labor.
Respecto al diálogo entre religiones, el papa afirmó que “una contribución importante puede venir del diálogo interreligioso e intercultural, de manera que acabe con cualquier forma de fundamentalismo y de terrorismo”.
Sin citar al grupo Estado Islámico (EI), el pontífice deseó que la “solidaridad de todos los creyentes” pueda “invertir la tendencia” de una “violencia terrorista”, y deploró la violación de las “leyes humanitarias más elementales” o las graves persecuciones contra “grupos minoritarios”.
Francisco abogó asimismo en favor de la libertad religiosa al considerar “fundamental” que todos los ciudadanos, sea cual fuere su confesión, tengan los mismos derechos.
“Es fundamental que los ciudadanos musulmanes, judíos y cristianos (…) tengan los mismos derechos y respeten las mismas obligaciones”, declaró Francisco Erdogan y el gobierno turco en pleno.
A su vez, Erdogan mostró su preocupación ante el papa por lo que consideró “seria y rápida” progresión de la islamofobia, y pidió que cristianos y musulmanes luchen juntos para frenarla.
“Los prejuicios se desarrollan entre el mundo musulmán y el cristiano. La islamofobia crece seria y rápidamente. Tenemos que actuar juntos contra las amenazas que pesan sobre nuestro planeta: la intolerancia, el racismo y las discriminaciones” declaró Erdogan.
Francisco inició este viernes esta visita a Turquía de tres días, para abogar por el diálogo entre religiones y la paz en Oriente Medio.
El motivo oficial de la visita de Francisco es reunirse con Bartolomeo I, el patriarca ortodoxo ecuménico de Constantinopla, con el que mantiene lazos de amistad, pese a ser una iglesia separada de Roma desde el siglo XI.
Se trata de un viaje delicado, ya que Turquía, con 76 millones de habitantes, es un país 99% musulmán y vive fuertes tensiones por los conflictos en Irak y Siria, que reactivaron los enfrentamientos internos entre kurdos y turcos.
AFP
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