PAULA ARENAS
- "Yo ya no me pongo nervioso, solo cuando toso", dice el autor de, entre otras, Bajarse al moro y La estanquera de Vallecas.
- "Llevo 50 años viviendo del teatro, y además bien".
- "Ahora mismo estamos en manos del enemigo".
Bajarse al moro y La estanquera de Vallecas son ya casi más conocidos que sus apellidos, Alonso de Santos (Valladolid, 1942), uno de nuestros principales dramaturgos, que está además de cumpleaños: 50 como dramaturgo. Pero hay mucha más vida que las míticas películas que el dieron la fama, y sobre todo teatro suyo que pasa esas fronteras.
Una de esas piezas que va más allá se ha estrenado por primera vez en España y su título, igual que el contenido, no puede estar más de actualidad: En manos del enemigo. Y su éxito ha sido, era de esperar, notable y, sobre todo, muy motivador. Tiene razón Santos cuando habla de una minoría que sí va de verdad al teatro.
Cincuenta años en el teatro...
Si, y todos me preguntan si me pone nervioso un estreno.
¿Y...?
Que no, no me pone nervioso, yo sólo estoy nervioso cuando toso. Me asusta poco.
¿Tampoco le asustaba de joven?
Pues no me acuerdo cuando era joven si me ponía nervioso un estreno. Es que era un hombre de acción, y un hombre de acción no se asusta. Soy como un médico de urgencias, llevo 50 años en esto.
¿Un hombre de acción no se asusta nunca?
Bueno, lo que no hace es paralizarse, actúa, hace la tarea.
¿Y no recuerda algún momento de parálisis?
El problema es que el teatro es muy vulnerable y grupal. Igual que el amor: tú puedes querer pero si el otro no quiere...
¿Y el primer estreno?
No me acuerdo... Es como la primera noche de amor o sexo, que no sé si me acuerdo. Un día, sí; otro no...
Tal vez recuerde la mejor vez no la primera...
El tiempo lo amalgama todo... Recuerdo mi primera nómina y desde entonces estoy en esto. Llevo 50 años viviendo del teatro y además bien. Y lo absurdo es que esto sea lo anormal. Yo si no me hubieran pagado me habría dedicado a otra cosa. Sólo tienes una vida.
¿Está de acuerdo con la 'supuesta' crisis de dramaturgos actuales?
Yo creo que no hay campos de golf, pero porque no los veo. Esto es igual. Si vas al teatro, sabes que hay teatro y hay autores, lo que no hay es mucho público. Falta afición cultural.
¿Estamos en manos del enemigo más que nunca?
Sí, ahora mismo estamos un poco en manos del enemigo. Durante siglos muy poca gente tenía acceso a la cultura, y ahora que pueden, son muy pocos.
¿Y cómo se amplía esa minoría?
No puedo ni siquiera voy a comparar a ese grupo que va al teatro con el que habla de Ronaldo, pero al menos equilibrarlo un poco. Me sorprende que haya tanta diferencia entre el arte y el consumo elemental. Si se equilibrara la balanza un poco. Yo ya no soy optimosta de creer que somos iguales.
De eso habla también su obra...
Sí, es que se ha puesto de tremenda actualidad. Con tanto espacio como tenemos, con tanto dinero, y que no haya sitio para quienes tienen que emigrar... No hablamos de cruelda, no vamos a hablar de maldad, pero sí de ineptitud.
¿Hemos perdido la capacidad de reacción?
Yo, pero cómo voy a reaccionar yo. Hay gente que cobra para eso. Yo no voy a apagar el fuego, ya están los bomberos para eso. Es que nos hacen la trampa de creer que somos nosotros los que no hacemos nada.
Y el futuro en cultura, ¿cómo lo ve?
Yo hago teatro para decir que la vida es estupenda. No coincido con las líneas autodestructivas, creo que la vida es estupenda. Y así es mi teatro, porque eso es para mí: medicina para el alma. Al teatro vas a oler rosas no a oler mierda.
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