DANIEL G. APARICIO
- Jennifer Lawrence y sus compañeros de reparto han visitado Madrid para promocionar la última entrega de la saga 'Los juegos del hambre'.
- 'Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 2' se estrenará el 27 de noviembre.
- La actriz ha hablado sobre los asuntos que cree necesario reivinidicar.
En 2012, llegaba a los cines Los juegos del hambre, adaptación de la exitosa novela homónima de Suzanne Collins. Un best seller de tono adolescente, con elementos fantásticos, historia de amor y una correspondiente versión cinematográfica protagonizada por un grupo de chicos y chicas jóvenes y guapos, ¿estábamos acaso ante una continuación del fenómeno iniciado por Crepúsculo? Nada más lejos de la realidad.
Los juegos del hambre ha demostrado, en los últimos cuatro años, ser mucho más que una historia de folletín para quinceañeras. Ya el punto de partida denota un tono mucho más adulto y oscuro y una complejidad de planteamiento muy alejada de las simplezas que a menudo se ofrecen enlatadas al público adolescente.
Inspirada por la mezcla en televisión de noticias sobre guerras y programas de telerrealidad como Gran Hermano, Collins construyó un impactante mundo distópico en el que, cada año, un grupo de jóvenes de cada uno de los distritos en los que está dividido el mundo son elegidos para luchar a muerte en un programa de televisión de audiencia millonaria, una versión distorsionada del mito del laberinto del Minotauro que ha dado lugar a una trilogía literaria y una tetralogía cinematográfica de gran éxito mundial.
"No es en absoluto una película típica para adolescentes, Los juegos del hambre trata temas muy profundos e intenta transmitir un mensaje muy importante sobre la guerra y la violencia", defiende Jennifer Lawrence, protagonista de la saga, durante su visita a Madrid para promocionar Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 2, cinta que pondrá el punto y final a la historia el próximo 27 de noviembre.
La violencia es, efectivamente, uno de los temas principales de la película. Sin embargo, como ya sucedió en los capítulos previos, esta se encuentra muy suavizada respecto a las novelas. Tal y como expica el director del filme, Francis Lawrence, la decisión no es arbitraria. "El libro habla mucho sobre la violencia y sus consecuencias. Suzanne, la autora, no se cortó en absoluto a la hora de hacerlo explícito. En parte, creo que eso es lo que le ganó el respeto de los adolescentes que leyeron su novela. Pero mi trabajo como director era hacer que todo fuera lo más intenso y fiel posible al libro pero sin cruzar la línea al otro lado de la cual nos habría puesto una calificación que habría imposibilitado que los propios adolescentes que leyeron el libro pudieran pasar a ver la película", explica el director.
En el universo de Los juegos del hambre, todo gira en torno a la idea de rebelión contra las fuerzas opresoras, un asunto que la actriz protagonista asegura que no está tan lejos de la realidad. "Lo que se muestra en la película, la represión política, sí que existe hoy en día", sin embargo, ella tiene otro batalla personal: "la rebelión que a mí me gustaría despertar sería una a favor del medio ambiente: concienciar a los jóvenes de que sólo tenemos un planeta, de que el cambio climático es real, no un mito, y que si no hacemos nada vamos a acabar con el planeta.
Reivindicando el papel de las mujeres
La rebelión que ya ha ha comenzado a liderar, aunque no se atreva a reconocerlo, es la de los salarios de las mujeres de la industria cinematográfica. Casi como un sinsajo del sector femenino de Hollywood, Lawrence se atrevió hace poco a denunciar la diferencia salarial entre hombres y mujeres en la meca del cine. "No puedo compararme en la vida real con una heroína que lidera una revolución para salvar el mundo pero es cierto que estas películas me han servido como plataforma para reivindicar este tema que como mujer me importa muchísimo", ha explicado.
Su imagen feminista es especialmente apropiada para una película como esta en la que las mujeres tienen algunos de los papeles más importantes de la trama. Su compañero de reparto, Josh Hutcherson, quien da vida a Peeta, no ha dudado a la hora de hablar sobre ello. "Es triste que en este tipo de películas sea una minoría cuando realmente en el mundo hay más mujeres que hombres. Creo que se está empezando a probar que el público masculino es capaz de conectar con personajes protagonistas femeninos fuertes. Todavía nos queda muchísimo camino, pero estamos mejorando. Desde luego, cuando leí el guion no pensé 'Oh, Dios mío, soy el personaje secundario de una protagonista femenina'", comenta.
En cuanto a la parte amorosa y sexual, Los juegos del hambre se aleja mucho de los tópicos de la literatura y el cine juvenil. El director lo explica con mucha claridad. "Las relaciones que vemos en la película no son sexuales, están basadas en los sentimientos y las experiencias de los personajes. Katniss está más cerca de Peeta porque los dos pasan juntos por vivencias muy traumáticas. El significado de los dos personajes masculinos para Katniss no es sexual, está mucho más relacionado con lo que ellos significan para ella desde el punto de vista filosófico", relata Francis Lawrence.
Un asunto muy debatido por los fans es el hecho de que, al igual que se hizo en las sagas Harry Potter y Crepúsculo, la última novela de la trilogía, Sinsajo, haya sido dividida en dos en su salto al cine. La explicación a esto la ha dado la productora Nina Jacobson.
"El último libro tenía mucho terreno para cubrir y pensamos que, tanto en término de personajes como de historia, hacían falta dos películas para hacerle justicia", afirma. "En cuanto a precuelas o secuelas no hay ningún plan de momento. Teníamos tres libros maravillosos, hemos hecho cuatro películas, lo hemos pasado bien y nos gustaría mucho volver hacer otras cosas juntos pero tenemos la sensación de que hemos contado la historia completa. Si la autora del libro se decidiera a escribir algo más, entonces ya veríamos", añade Jacobson.
Si la productora está en lo cierto, Sinsajo será el broche final de una de las franquicias más taquilleras de los últimos años, una aventura cuyo rodaje terminó con un "emotivo y largo abrazo" según realata Liam Hemsworth y que ha servido para convertir a Jennifer Lawrence en una de las grandes estrellas del Hollywood del siglo XXI.
Con un Oscar bajo el brazo (por El lado bueno de las cosas), el pelo teñido de rubio, la confesión de que se llevó algo de ropa del rodaje de Sinsajo y una actitud muy distraída quizá por la larga gira que la está llevando por todo el mundo para promocionar la última entrega de la saga, Lawrence se despide de la prensa, de Madrid (ciudad que ha visitado tres veces pero de la que aún no ha respirado el aire) y de Katniss para iniciar una nueva aventura en mundos probablemente menos distópicos.
from Cine http://ift.tt/1M5wS22
No hay comentarios:
Publicar un comentario