EFE
- El director Víctor Erice asegura que las nuevas generaciones de cineastas "ignoran capítulos fundamentales en la historia del cine".
- Con la intención de mitigar ese vacío, Erice dirige un taller bajo el título 'Documental y Ficción: un acercamiento a la doble naturaleza del cine'.
- Cree que existe el deber de transmitir los conocimientos a las siguiente generaciones para que no se produzca una quiebra y un fracaso social.
El director vasco Víctor Erice ha denunciado este miércoles la "enorme quiebra cultural" que existe en las nuevas generaciones de cineastas, que "ignoran capítulos fundamentales en la historia del cine", y ha asegurado que este desconocimiento se nota en sus trabajos.
Con la intención de mitigar ese vacío, Erice dirige un taller bajo el título Documental y Ficción: un acercamiento a la doble naturaleza del cine que siguen 30 estudiantes en la Filmoteca Vasca, que tiene su sede en el Centro Tabakalera de San Sebastián.
El creador de películas como El espíritu de la colmena y El sur es además el protagonista de la retrospectiva con la que arranca la actividad de la Filmoteca vasca, que "por fin", según ha recordado su director, Joxean Fernández, cuenta con la posibilidad de proyectar los filmes que ha guardado en su archivo durante cuatro décadas.
El ciclo sobre Erice, que comenzó el pasado jueves con Los desafíos (1969), incluirá por primera vez prácticamente todas las creaciones del realizador a lo largo de toda su carrera.
El cineasta ha recordado que cuando accedió al mundo del cine, "esa quiebra cultural" respecto al pasado cinematográfico no la experimentó respecto a directores que le precedieron como Juan Antonio Bardem, Luis García Berlanga, Fernando Fernán Gómez, con quienes podía establecer un diálogo "espontáneo" ya que las "referencias cinematográficas y culturales eran las mismas".
En la actualidad "es difícil" que esto suceda porque sus experiencias han sido muy distintas "de las de un chico de 20 años", ha confesado Erice, pero ha insistido en que existe el deber de transmitir los conocimientos a las siguientes generaciones ya que si esto no se produce surge una " quiebra" que es, a su juicio, "el síntoma de un fracaso social".
Un reflejo de esta situación se concreta, a su juicio, en el hecho de que la Filmoteca Vasca haya tardado tantos años en acceder a una programación, algo que ha calificado de escándalo. Ha advertido de que el papel de esta institución queda "desprovisto de significado" si no se muestran las películas que ha ido archivando y restaurando durante décadas.
Ofrecer la posibilidad al público de ver las películas en su soporte original pertenece al ámbito de la educación, donde el cine "siempre ha sido el una especie de pariente pobre", ha señalado Erice, quien ha reprochado a la Administración "el gran vacío cultural" que han demostrado hacia el séptimo arte. Los responsables de las administraciones deben de tener "conciencia del papel decisivo que el cine desempeña en la formación de cualquier cultura que quiera ser digna de ese nombre", ha sentenciado.
La retrospectiva de su obra incluye tres piezas incluidas en una serie de pequeñas películas que el director engloba bajo el título Memoria y sueño y que elabora solo, "en su propio taller", a modo del "trabajo de un artista plástico".
Se trata de una serie que rueda durante sus viajes en los que visita escenarios donde se han rodado películas que han tenido para él un "especial significación".
En San Sebastián se podrá ver una capítulo de esta serie que no se ha proyectado nunca y que evoca la película Le Mepris (1969), de Jean Luc Godard, rodada en parte en la isla de Capri. Asimismo se proyectarán la pieza dedicada a Roma cita aperta (1945), de Roberto Rossellini, y L'éspoir. Sierra de Teruel, (1938), de André Malrraux.
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