DANIEL G. APARICIO
- La nueva película de Pixar, Del revés (Inside Out), recaudó 91 millones en su primer fin de semana en EE UU y ha logrado 2,9 en su estreno en España.
- Esta película supone un retorno al camino de la excelencia tras cuatro años en los que el estudio de animación no ha cumplido las expectativas.
- Repasamos la trayectoria del estudio desde su creación hasta el desarrollo de cortometrajes, el logro de 'Toy Story' y joyas como 'Monstruos S.A.', 'Wall-E' y 'Up'.
En 1995, un vaquero de trapo y un muñeco con ínfulas de héroe espacial revolucionaron, casi por sorpresa, la industria cinematográfica. Ellos eran Woody y Buzz Lightyear, los protagonistas de Toy Story, una película destinada a hacer historia por múltiples motivos: fue el primer largometraje de Pixar, la primera película de animación generada totalmente con efectos digitales, la cinta más taquillera del año (recaudó más de 360 millones de dólares) y la constatación de que las historias animadas podían ser un entretenimiento tan válido para niños como para adultos.
Ahora, veinte años después de aquel hito, la ya todopoderosa Pixar trata de superar el que ha sido quizá el único bache de su historia (tres películas menores —Cars 2, Brave y Monstruos University— y un año, el 2014, sin producción alguna) con un original relato que responde al título Del revés (Inside Out).
La película narra las aventuras y desventuras que viven las emociones personificadas de una niña (Alegría, Miedo, Ira, Asco y Tristeza) de 12 años que debe irse con su familia a vivir a otra ciudad. La cinta puede presumir de haber obtenido la primera gran ovación en el último Festival de Cannes, donde destacó como una narración compleja, brillante e imaginativa. El mismísimo John Lasseter, director creativo del estudio, ha asegurado que se trata de "una de las películas más importantes en la historia de Pixar".
Ahora, con la película ya estrenada, parece que el público de medio mundo opina lo mismo. En su primer fin de semana en Estados Unidos, hace un mes, Inside Out recaudó 91 millones de dólares, el segundo mejor estreno de Pixar tras los 110 millones de Toy Story 3 y récord absoluto para una película original (no basada en ninguna franquicia ni obra previa) al superar la cifra de 77 millones que recaudó Avatar (2009).
Este fin de semana, Del revés se ha estrenado en España también con un gran éxito. Se ha colocado en el número uno de la taquilla española con una recaudación de 2,9 millones de euros, relegando a la segunda posición a los mediáticos y amarillos Minions.
Del revés ha puesto de nuevo a Pixar en el camino de excelencia que inició hace décadas, muchos años antes de Toy Story. Los orígenes de la compañía se remontan a 1979, cuando vio la luz como una división de Lucasfilm llamada The Graphics Group. En aquella primera etapa, la empresa se encargó de los efectos especiales de cintas como La ira de Khan y El secreto de la pirámide.
Sin embargo, el nacimiento de Pixar como tal no tuvo lugar hasta 1986, cuando un visionario Steve Jobs compró la empresa a George Lucas por 5 millones de dólares. Ese mismo año vio la luz su primer cortometraje, Luxo Jr., protagonizado por dos flexos que acabaron por convertirse en parte del logo de la compañía. Estos dos minutos de logro tecnológico le sirvieron a Pixar para obtener una nominación en los Oscar en la categoría de mejor corto animado. No lo obtuvo, pero era una buena señal. A día de hoy, el estudio ya ha ganado quince premios Oscar, siete Globos de Oro y once Grammy.
Aquel corto original tan sólo fue el primero de muchos. Incluso tras el éxito de Toy Story, Pixar nunca ha dejado de lado los cortometrajes, historias de breves minutos que a menudo poseen una calidad técnica y narrativa sobresaliente. Algunos de los más recordados son El hombre orquesta, El maestro de ajedrez, Parcialmente nublado y Día y Noche.
Pero los títulos que todo el mundo conoce y que ya han pasado a formar parte de la historia del cine y de la cultura popular son los de sus largometrajes, los que hizo para Disney hasta 2004 y los que ha hecho ya como parte de Disney a partir de 2006, cuando el gigante de la industria del entretenimiento compró Pixar por 7400 millones de dólares y otorgó a Lasseter también el control creativo de Walt Disney Animation Studios.
Lo que vino tras 'Toy Story'
Bichos, una aventura en miniatura (1998): Una inteligente adaptación del clásico Los siete samuráis, de Akira Kurosawa, que sustituye a los humanos por insectos y pasa el argumento por el tamiz del entretenimiento infantil para hacerlo accesible a todos los públicos. A pesar de brillar a nivel técnico, contar con un villano excelente (el saltamontes Hopper) y escenas tan impactantes como la batalla final bajo la lluvia, es una de las cintas de Pixar menos recordadas.
Toy Story 2 (1999): El exitazo de Toy Story hacía inevitable una secuela. En un principio, Disney tenía la intención de lanzar la película directamente a vídeo pero, tras ver cómo avanzaba, optó por estrenarla en cines. Sin embargo, en Pixar no estaban satisfechos con la calidad del filme y, puesto que la fecha de estreno no se podía cambiar, se vieron obligados a replantear todo el argumento en un fin se semana. A nivel visual, el estudio puso a prueba un sistema que les permitía depositar partículas de polvo sobre los objetos. A pesar de los muchísimos problemas de desarrollo, la segunda aventura de los juguetes vivientes fue un gran éxito de crítica y público. Además, Toy Story 2 reveló el potencial cómico de las Barbies.
Monstruos S.A. (2001): Pixar volvió a sorprender con una historia muy original que explicaba el temor de los niños a los monstruos que se esconden en los armarios y debajo de las camas. La entrañable historia del asustador monstruo Sully y la pequeña Boo conquistó el corazón de millones de espectadores de todo el globo. En esta ocasión, el estudio utilizó una sofisticada tecnología con la que crear una física realista para la película. Además, desarrollaron un sistema que permitía mover de forma natural los 3,2 millones de pelos azules de Sullivan.
Buscando a Nemo (2003): En esta ocasión se apostó por una road movie marina protagonizadas por un pez payaso que debía cruzar el océano para encontrar a su hijo perdido. El tono aventurero y la gran carga cómica de la película ha dejado multitud de escenas para el recuerdo, muchas de ellas protagonizadas por la olvidadiza Dory: el grupo de terapia de tiburones que aspiran a ser vegetarianos, el paseo por las corrientes marinas junto a las tortugas surferas, las conversaciones en balleno, el grupo de peces del acuario del dentista...
Los Increíbles (2004): Brad Bird, director de la cinta animada de culto El gigante de hierro, se puso al servicio de Pixar para dirigir una historia de superhéores que, una vez retirados y con vida familiar, deben volver a la acción. Este claro homenaje a los cómics, cargado de clichés y referencias a obras como Watchmen o Los 4 Fantásticos, fue la primera película del estudio protagonizada por seres humanos. La dificultad de hacer piel humana, pelo y movimientos realistas supuso todo un reto para el estudio.
Cars (2006): Este relato ambientado en un extraño mundo en el que sólo existen automóviles humanizados supuso el primer bajón de calidad de Pixar. Aunque técnicamente es buena, a nivel de guión estaba muy por debajo de sus predecesoras. Las críticas no fueron demasiado buenas y la recaudación en taquilla tampoco dio la talla (comparada con los estrenos de los años previos y posteriores), pero Cars arrasó en merchandising. A los niños les encantan los juguetes de Rayo McQueen.
Ratatouille (2007): Pixar no tardó en demostrar que Cars fue tan sólo un bache, ya que sólo un año después reenamoró a medio mundo con Ratatouille, una soberbia historia que volvía a derrochar emoción y creatividad. El insólito planteamiento, una rata que aspira a ser cocinero en París, esconde una trama compleja y profunda que aborda multitud de temas de forma adulta e inteligente: el arte, la creatividad, la superación, la amistad, la familia... Su tramo final es la mejor prueba del talento desbordante de Pixar, sólo este estudio es capaz de poner los vellos de punta con un clímax que consiste en un crítico gastronómico probando un plato cocinado por una rata. La crítica final de Anton Ego también es muy recordada.
Wall-E (2008): Esta historia ecologista protagonizada por un robot rebosante de humanidad y amor regala al espectador, durante aproximadamente la primera mitad de su metraje, una de las mejores y más poéticas muestras de cine mudo de la historia. Su nivel de detalle visual es fascinante y su desarrollo, sobrecogedor. Fue la primera película de Pixar en la que se utilizaron imágenes reales. Otra curiosidad es la inclusión de varios elementos relacionados con Apple (fruto de la vinculación de Steve Jobs con Pixar): un diseñador de la compañía de la manzana ayudó en la creación de EVA, el robot femenino de la película, mientras que para la voz de AUTO, la inteligencia artificial antagonista, se usó la del programa MacInTalk.
Up (2009): Los diez primeros minutos de este largometraje, en los que se cuenta la vida de una pareja desde que ambos son niños hasta que él se queda viudo ya de anciano sin haber podido tener hijos, son ya por méritos propios parte de la historia del cine. La crítica se rindió a sus pies y Up logró cinco nominaciones a los Oscar, incluida una en la categoría de mejor película, algo que hasta el momento sólo había conseguido una cinta de animación, La Bella y la Bestia. Obtuvo dos de los cinco premios, mejor película animada y mejor banda sonora.
Toy Story 3 (2010): Quince años después de Toy Story y once de su secuela, Pixar logró lo que parecía imposible, superar a sus predecesoras y cerrar una trilogía perfecta. Andy se ha hecho mayor y debe irse a la universidad, ya no hay hueco en su vida para los juguetes de su infancia, así que para Woody y compañía comienza un nuevo periplo en busca de un lugar mejor. El resultado es una trepidante historia repleta de aventura, comedia, terror y emoción con la que es casi imposible que no se humedezcan los ojos. También logró una nominación a mejor película.
Cars 2 (2011): Si Cars supuso un bajón de calidad por parte del estudio, Cars 2 fue un auténtico desastre, una película poco inspirada y nada digna del estudio que la firma. Hasta ahora, Pixar sólo había repetido franquicia (y de forma justificada) con Toy Story, así que resultaba poco comprensible que se lanzase a realizar una segunda parte de su cinta peor valorada. Tal vez el ansia por vender juguetes les llevó a desarrollar esta extraña historia de espías protagonziada por coches con vida propia. Fue el primer largometraje del estudio que no obtuvo ninguna nominación a los Oscar.
Brave (2012): Mejor que Cars 2, pero poco ambiciosa, demasiado convencional. El hecho de que esté protagonizada por una chica dura, una princesa escocesa que deplora las tradiciones machistas, no la hizo lo suficientemente atractiva y rompedora como para ganarse a los críticos. A nivel técnico es impecable. El equipo de Pixar tardó más de tres años en lograr los rizos que caracterizan a Mérida. El reto era tan complicado que se consideró ponerle un pelo lacio. A pesar de que no entusiasmó, logró llevarse el Oscar a mejor película animada frente a fuertes competidoras como Frankenweenie, El alucinante mundo de Norman y Rompe Ralph.
Monstruos University (2013): Tercera película menor consecutiva del estudio, una precuela de Monstruos S.A. que relata cómo se conocieron Mike y Sully cuando eran jóvenes. Es correcta en todo pero no sorprende en nada. Además, muchos de los mejores chistes y situaciones sólo obtienen todo su valor en relación con la película original. Fue la segunda película de Pixar que se quedó sin nominaciones en los Oscar.
El futuro inmediato
Tras un 2014 sin largometraje de Pixar, debido principalmente a los problemas de producción de The Good Dinosaur, el estudio parece que busca recuperar su magia con películas como Del revés. Sin embargo, no son pocas las continuaciones que ya tiene en desarrollo y que hacen temer el asentamiento de la línea de conformismo que dio lugar a cintas como Cars 2 y Monstruos University. El retorno de dos clásicos, Toy Story y Buscando a Nemo, y un debutante dinosaurio aventurero son las grandes bazas del estudio para los próximos dos años.
El primero en llegar tras Del revés será ese buen dinosaurio, que se colará en las salas de cine el próximo 27 de noviembre y aportará una doble ración Pixar a 2015. El filme cuenta cómo el tímido saurio Arlo, por una serie de accidentes, termina lejos de su familia y con la única compañía de un niño llamado Spot.
Para verano de 2016 está previsto el regreso del pececillo Nemo a las pantallas, aunque esta vez cederá el protagonismo a su amiga, que da nombre a la película, Finding Dory. La olvidadiza Dory recuerda de repente a su familia y se embarca junto a Nemo y su padre, Marlin, en un viaje para encontrarla que le llevará hasta el Instituto de Ciencia Marina, donde transcurrirá casi toda la acción.
Por último, la joya de la corona y emblema de la compañía, Toy Story, tendrá una cuarta entrega, aunque no se tratará "de una continuación de las anteriores, sino de un nuevo capítulo por completo, según explicó Lasseter. Pixar cuenta con otras siete películas en fase de desarrollo con las que tiene bien cubiertos los proyectos futuros hasta 2020.
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