jueves, 1 de mayo de 2014

Con lacrimógenas policía despeja protesta en Altamira

El recorrido de los oficialistas culminó con una multitudinaria concentración en la céntrica plaza O'Leary en la que participó Maduro, su esposa Cilia Flores


ÚN | AP.- La policía dispersó el jueves una protesta callejera en el este de Caracas con gases lacrimógenos y balas de goma. Cientos de manifestantes, algunos con los rostros cubiertos con telas, bloquearon con barricadas de desechos algunas calles aledañas a la plaza Francia del municipio capitalino de Chacao, en el este de la capital, para protestar contra el gobierno de Nicolás Maduro. Varios centenares de policías nacionales, con equipos antimotines, se presentaron en el lugar para desmontar las barricadas. Algunos de los manifestantes se enfrentaron a los policías lanzándoles piedras y otros objetos contundentes lo que obligó a los cuerpos de seguridad a utilizar gases lacrimógenos y balas de goma para dispersarlos. Los disturbios se registraron en una protesta diferente a las que protagonizaron más temprano grupos de oficialistas y opositores que salieron en marchas separadas para conmemorar el Día del Trabajo en medio de la crisis política y económica que impera en el país. Los opositores vestidos de blanco desfilaron pacíficamente al ritmo de cornetas y silbatos y entre pancartas que decían "hermano estoy marchando, si me ves no me dispares''. Recorrieron una de las principales avenidas del este de Caracas hasta el municipio capitalino de Sucre donde se realizó una concentración de protesta al gobierno. "Estamos aquí para exigir mejor calidad de vida así como de trabajo. Las condiciones de precariedad que estamos viviendo en Venezuela merecen que un día como hoy primero de mayo salgamos todos los venezolanos a protestar'', dijo María Julia Lara, una socióloga de 50 años, mientras marchaba por el este de la ciudad. "Hay mucha inconformidad con la mayoría de cosas que están pasando en Venezuela...el aumento de los alimentos y todo desproporcionado, la política económica que lo que ha creado es una escasez inmensa, la falta de seguridad, y el querer reprimir a todo el mundo. Hay muchas razones para protestar hoy'', indicó Ana López, ama de casa de 59 años, al asegurar que los venezolanos no tenían nada que celebrar el Día del Trabajador. Entre carteles en los que se leía "Maduro es pueblo solidario'', imágenes del fallecido presidente Hugo Chávez y banderas venezolanas, seguidores del gobierno y miles de empleados públicos provenientes de Caracas y otras ciudades del interior marcharon de forma pacífica por varias avenidas del oeste y centro de la capital. "Aquí estamos para apoyar a Maduro y demostrar que hay un pueblo que todavía tiene a Chávez vivo en el corazón'', afirmó Karelis Unrreta, una trabajadora de bienestar social de un ente estatal de 35 años, al asegurar que los "revolucionarios'' están dispuestos a seguir en las calles para defender el "proceso''. El recorrido de los oficialistas culminó con una multitudinaria concentración en la céntrica plaza O'Leary en la que participó Maduro, su esposa Cilia Flores y algunos miembros de su equipo de ministros. Maduro en un discurso cuestionó a su par estadounidense Barack Obama y al secretario de Estado, John Kerry, y denunció que las autoridades locales detectaron la "participación de funcionarios de la embajada de Estados Unidos en la conspiración directamente con los guarimberos (manifestantes opositores) con los sectores que dirigen el intento de golpe de Estado''. No aportó detalles. Respecto a recientes declaraciones de Obama, quien expresó inquietud por la situación de Venezuela, el mandatario venezolano dijo que ``¿por qué no se preocupa por los 40 millones de pobres que hay en los Estados Unidos sin educación, sin salud, sin vivienda, sin empleo?. Maduro también fustigó unos recientes comentarios de Kerry en los que habría rechazado el bloqueo a algunos sitios web y la limitación el acceso a Internet en algunas partes de Venezuela. "Rechazo y repudio la injerencia grosera, insolente del gobierno de Estados Unidos en los procesos de dialogo y de paz que he adelantado en Venezuela. No voy aceptar condicionamiento de ningún tipo'', dijo el mandatario al rechazar las afirmaciones de algunos funcionarios estadounidenses sobre el proceso de diálogo que lleva adelante el Ejecutivo con la coalición opositora. El gobernante anunció que en los próximos días las autoridades iniciarán un plan masivo de fiscalizaciones a empresas y comercios, y advirtió que los empresarios que sean descubiertos en planes de conspiración y almacenamiento irregular de productos van a "ir presos y le vamos a entregar la unidad productiva (la empresa) a los trabajadores''. Las marchas ocurren en medio de una tensa situación por la persistencia de las protestas callejeras contra el gobierno de Maduro que se han registrado en Caracas y otras ciudades desde hace dos meses y medio. Venezuela se ha visto sacudida desde febrero por protestas de universitarios y opositores, esencialmente de clase media, en contra de la desbordada inflación -que alcanzó en marzo una tasa anualizada de 59%-, el desabastecimiento y un alto índice de delincuencia. Los violentos incidentes registrados en Caracas y otras ciudades han dejado 41 muertos, 674 heridos y unos 2.200 detenidos, de los cuales 175 permanecen arrestados y sujetos a procesos judiciales, según la Fiscalía General.


No hay comentarios:

Publicar un comentario