El actor estadounidense Tony Curtis, célebre por su físico de galán y su acento típicamente neoyorquino, murió un día como hoy en 2010 a la edad de 85 años, a causa de un paro cardiorrespiratorio, agravado por su avanzada edad. Dos meses antes, estuvo hospitalizado por problemas respiratorios y su salud era delicada, según informó su hija, la actriz Jamie Lee Curtis.
Su nombre quedará ligado a su interpretación en Con faldas y a lo loco con Jack Lemmon y Marilyn Monroe, si bien cuenta con una extensa carrera al haber actuado en más de cien películas desde el año 1949 hasta 2008.
Considerado en sus principios como un joven apuesto sin más, el actor acabó demostrando su talento en films de la talla de Chantaje en Broadway (The Sweet Smell of Success) con Burt Lancaster y en su papel de un prófugo encadenado a Sidney Poitier en Fugitivos (The Defiant Ones) que le valió una nominación a los Óscar.
Su historial incluye títulos míticos como Espartaco de Stanley Kubrick, Trapecio de Carol Reed, El último magnate de Elia Kazan y La semilla del diablo de Roman Polanski (donde sólo puso su voz).
Curtis también ha rodado para televisión, en especial con Roger Moore en la serie The Persuaders!, y en McCoy. También prestó su voz al personaje invitado de «Stony Curtis» en Los Picapiedra.
Desde principios de los años 1980, Curtis tenía una segunda carrera como pintor. Residió los últimos años de su vida en Las Vegas.
Noticia al Día / Otras fuentes
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