Nuestros teléfonos celulares, claramente, ya no sirven solamente para realizar y recibir llamadas. Fotos, videos, canciones, notas, fechas y un amplio universo de archivos nos permiten registrar y organizar nuestra vida.
Aprovechando esta situación, un grupo de académicos de la Universidad de Dartmouth -tras un estudio- llegó a una particular conclusión: todo lo almacenado podría dar luces sobre síntomas de depresión de su dueño.
La investigación, como recoge milenio.com, se basó en revisar 75 smartphones que tenían instalados la aplicación StudentLife y repartidos a igual número de estudiantes, quienes tenían que usar los aparatos por 10 semanas. Esta app, registraba los datos del acelerómetro, micrófono, sensor de luz y GPS.
Los resultados fueron concluyentes. De acuerdo a los especialistas, se encontró un similitud entre la evolución de los registros de los sensores -almacenados en StudentLife- y los cambios en las encuestas de salud mental que entregaban los alumnos al ingresar a la universidad.
Según los académicos, los datos tras los primeros días del experimento los datos guardados mostraban a los jóvenes con pocos rasgos depresivos, situación que cambiaba radicalmente al paso de los días. donde concluyeron que los sujetosdormían menos y se consideraban menos sociales, un fenómeno similar al que provocaría el estrés del estudio a medida que pasa el año académico.
Por último, los responsables indicaron que buscaron probar que los teléfonos inteligentes eran una extensión de la persona, siendo -casi- una huella digital del estado de ánimo de los sujetos.
Agencias
No hay comentarios:
Publicar un comentario