Imágenes del supuesto meteorito caído el miércoles, pero publicadas el 14/3/13, 20/12/14 y 9/1/15, respectivamente
Gabriel García Márquez retrató de una forma maravillosa el efecto de un rumor en su cuento Algo muy grave va a suceder en este pueblo. Orson Welles sembró el pánico en una ingenua sociedad cuando adaptó la nóvela La guerra de los mundos a un guión de radio que ocasionó que la gente corriera en estampida de sus casas. Para los escépticos, el supuesto meteorito que cayó el miércoles en aguas zulianas fue eso: un brollo que se esparció como el polvo en el aire. Para los científicos, el evento es totalmente factible, pero sin pruebas reales no puede darse una confirmación.
Entre las 2.00 y 2.30 de la tarde del pasado miércoles un presunto meteorito cayó en el lago de Maracaibo. Otros dijeron que había impactado en la población Capatárida, municipio Buchivacoa del estado Falcón, limítrofe con la entidad petrolera. Algunos aseguraron haber visto una veloz «bola de fuego» desde Maracaibo, mientras que otros tantos aseveraron lo mismo desde los municipios San Francisco, La Cañada de Urdaneta y Miranda.
Los reportes fueron por Twitter, donde en minutos se regó el suceso a través de usuarios, ciertas cuentas oficiales y emisoras radiales. Al cabo de un rato, medios de comunicación regionales difundieron tales comentarios, y poco después los nacionales replicaron la noticia.
Otra de las imágenes difundidas por Twitter de la trayectoria del meteorito a las 2.00 pm
Con el transcurrir de las horas, en la red del pájaro azul aparecieron tres fotos del meteorito, pero con tan solo percatarse de la fecha de publicación se podía notar que pertenecían al 14 de marzo de 2013, 20 de diciembre de 2014 y 9 de enero de 2015. Aunado a ello, la iluminación del cielo en las fotografías también era un posible indicador de veracidad, ya que no correspondían con una cotidiana puesta del sol a las 2.00 de la tarde.
Y aunque las imágenes fuesen reales, habría que comprobar si verdaderamente fueron tomadas ese día desde Zulia o Falcón, algo que aún se desconoce con exactitud.
Lo cierto es que todavía hoy, el analista José Mieres, pronosticador meteorológico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMEH), indicó que ese organismo no registró ninguna anomalía en la cuenca del lago de Maracaibo, donde se comentó que cayó el meteorito. Enfatizó que no posee un informe oficial ni extraoficial sobre el evento, ya que no existen pruebas concretas del asunto, ni imágenes ni videos.
Imagen tomada por el tuitero @YobaniQuintero desde la Calle 72 de Maracaibo, según su mensaje
Vecinos de Capatárida, según reseñó un medio regional, contaron que a la referida hora sintieron un temblor y el estallido de los vidrios de una edificación, al parecer producto del choque del meteorito. Sin embargo, cuando un funcionario político y efectivos militares acudieron al sitio no hallaron ningún rastro de evidencia.
Sobre ello, un analista de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), apuntó, vía telefónica con este diario, que la institución tampoco registró ese día un movimiento telúrico en esa zona ni ningún fenómeno similar.
María Alejandra Villalobos, directora del Complejo científico, cultural y turístico Simón Bolívar, donde está el observatorio de astronomía zuliano, se limitó a notificar: «No tenemos la certificación de que haya sido un meteorito; los centros de investigación están realizando las evaluaciones correspondientes para dar una noticia certera».
Lluvia científica
A pesar de que no hay una constancia sustentable del hecho, la posibilidad de que sí haya sido un meteorito es totalmente viable.
Especialista en astronomía Patrick Morten. Foto: David Moreno
De entrada y con un lenguaje sencillo, Patrick Morton, coordinador educativo de astronomía para la NASA en Venezuela, definió: «Un meteorito es un objeto rocoso con contenido metálico que procede de otro planeta. Cuando ingresa a la atmósfera de la Tierra se le llama meteoroide, que son la mayoría de los fenómenos que se ven y suelen desintegrarse en el aire, y cuando toca la superficie intacto sí se le denomina meteorito».
Agregó: «Un meteorito es parte de un planeta o asteroide que se desintegra y flota en el espacio hasta caer en la Tierra, aunque la Luna actúa como un escudo y absorbe la mayoría de los golpes, por lo que se ve llena de cráteres».
El experto detalló que los meteoritos caen a cada rato en cualquier parte del mundo a una velocidad promedio de 40 kilómetros por segundo, mucho más rápido que una bala dependiendo del modelo.
Con esa consideración, para Morton es «altamente probable» que el acontecimiento del miércoles sí haya sido un meteorito, pero duda —sin importar la fecha— de la originalidad de los sitios donde fueron tomadas las imágenes.
«Fotografiar un meteorito, cuyas dimensiones varían, sería una tremenda casualidad, una en un millón de hecho, ya que la persona tendría que estar con una filmadora apuntando al cielo a la espera de ver el fenómeno», manifestó.
El también arqueólogo y profesor de astronomía añadió: «Casi todos los meses ocurren lluvias de meteoritos en el mundo, pero nadie está pendiente, ya que la mayoría sucede en la madrugada, porque a esa hora la Tierra viaja de frente hacia el espacio».
Morton refirió que, de acuerdo con informes de especialistas internacionales, no estaba contemplada una lluvia de ese tipo para febrero, por lo que si ocurrió debió tratarse de un «meteorito eventual».
Además, explicó que, en la región, esos bólidos suelen observarse impactar en el lago de Maracaibo o en la Guajira, porque en esos sitios no hay contaminación lumínica, y gracias a la oscuridad reinante se ve el trazo de candela que dejan en el aire hasta caer en la superficie en un diminuto tamaño.
Hasta hoy viernes las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el fenómeno, y tal vez no lo efectúen, lo que da pie a que el tema, abierto en Twitter y difundido en los medios, quede solo como un misterio más en la realidad.
Fragmentos de meteoritos hallados en la parte del Desierto del Sahara de Marruecos, Campo del Cielo en Argentina y en las montañas de Sijoté-Alín en Rusia están en la colección de Morton
David Contreras
Noticia al Día
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