Sin lesiones, Carlos González y Troy Tulowitzki son las turbinas que deben impulsar a los Rockies de Colorado.
Suena tan elemental. Pero la fragilidad física de las dos estrellas mantiene en estado de desdicha a los Rockies, que promedian 94 derrotas en las últimas cuatro temporadas.
¿Qué tal si CarGo y Tulo terminan transferidos a otros equipos? La posibilidad es latente, más si la campaña de 2015 se descarrila antes de la fecha límite de cambios.
Colorado destinará este año 36 millones de dólares en salarios por los dos, una importante porción de un costo de nómina que oscila en los 100 millones.
Un mal arranque podría apresurar las tratativas para mudarles del Coors Field, pero no es algo que se antoje sencillo. Los interesados mirarán con reojo los historiales médicos de un González que en octubre entrante cumplirá 30 años y un Tulowitzki que festejó las tres décadas el pasado octubre.
Desde que ganó el título de bateo con promedio de .336 en 2010, el venezolano González ha sido martirizado por lesiones. En las últimas dos campañas, el jardinero derecho ha disputado 180 de 324 juegos posibles. Su pasada temporada acabó en agosto al operarse la rodilla izquierda, luego que al principio estuvo afectado por una dolencia en el dedo.
Mientras González actuaba en apenas 70 juegos en 2014, el torpedero Tulowitzki se vio limitado a 91 encuentros al pasar por el quirófano en julio para una cirugía en la cadera.
Tulowitzki ha promediado 88 juegos en las últimas tres temporadas. Iba viento en popa el año pasado, con promedio de .340, hasta que no pudo continuar.
LA MISMA FÓRMULA:
La percepción es que CarGo y Tulo se benefician al estar juntos en la alineación. Pero los números indican que eso no garantiza el éxito.
Cuando uno o los dos no han estado en la alineación titular desde 2010, el récord de los Rockies es de 175-252 (.410).
La foja mejora un poco cuando están los dos, pero sin alcanzar un balance positivo: 185-198 (.483).
González se presentó a la pretemporada irradiando entusiasmo. “Creo que será un año saludable”, afirmó.
Sin embargo, una semana antes del arranque de la temporada regular, tuvo que salir de un juego de exhibición al acusar dolor en la rodilla que se operó.
Culminada una campaña con 96 reveses, Dan O’Dowd renunció a la gerencia tras 15 años en el cargo y Jeff Bridich tomó las riendas. Sus adquisiciones más importantes fueron la del veterano receptor Nick Hundley y el utility Daniel Descalso.
Bridich comulga con la idea de que González y Tulowitzki representan la mejor respuesta para enderezar el rumbo que cualquier otro fichaje importante.
“No les voy a decir que somos un equipo que ganará 90 juegos. Sólo trato de ponerme en forma. Mi objetivo es mantenerme sano”, señaló Tulowitzki, quien a lo largo de su carrera ha sufrido el desgarro de un tendón de cuádriceps, una laceración en la mano derecho, la fractura de la muñeca izquierda y una dolencia en la ingle.
LO QUE DEBE SALIR BIEN:
Dentro de una División Oeste en la que todo el mundo se reforzó, los Rockies son conscientes que no son vistos como aspirantes al banderín.
Ante todo, Colorado debe prender velas por la buena salud de González y Tulowitzki. Su alineación es definitivamente más potente al tenerles junto al primera base Justin Morneau, el jardinero central Charlie Blackmon y el tercera base Nolan Arenado. Morneau fue el campeón de bateo de la Liga Nacional, mientras que Charlie Blackmon fue seleccionado para su primer Juego de Estrellas. Arenado bateó 18 jonrones y 34 dobles en 111 juegos.
Tras firmar como agente libre procedente de Filadelfia, el pitcher abridor Kyle Kendrick destacó la defensa en el cuadro interior. Arenado, Tulowitzki y el segunda base DJ LeMahieu cuentan con Guantes de Oro en sus vitrinas.
“Tenemos una tremenda defensa. Si mantengo la bola bajita, me batearán rodados y ellos sacarán los outs”, dijo Kendrick.
Además, el trío de jardineros –con Corey Dickerson en el izquierdo– es rápido para cubrir el vasto espacio del Coors Field. El fichaje de Hundley deja a Wilín Rosario fuera de la alineación titular. Colorado decidió primar la defensa sobre el bate y ahora el dominicano Rosario tendrá que buscar oportunidades en la inicial o esperar a un canje.
EL PEOR ESCENARIO:
Los Rockies tuvieron el peor récord como visitantes (21-60) la pasada temporada y su porcentaje de bateo declinó casi 100 puntos en estadios ajenos (.228) que en su casa (.322).
“Nuestros bateadores tienen que hacer ajustes cuando salimos de visita”, reconoció el manager Walt Weiss.
La gran preocupación del piloto, en su tercer año al mando, es el pitcheo. Las lesiones devastaron a la rotación el año pasado, en el que tuvieron el promedio de carreras limpias permitidas más alto de las mayores con 4.84. Steve Foster reemplaza a Jim Wright como coach de lanzadores.
Casi por descarte, el zurdo mexicano Jorge De La Rosa es el as de la rotación, pero una dolencia en la ingle le ha afectado en la primavera. Decidieron dar de baja al derecho venezolano Jhoulys Chacín, a quien tenían como su estandarte apenas hace dos años. Eso abre el espacio para insertar a Eddie Butler y Jon Gray, sus principales prospectos.
Su cerrador –por ahora– es el jugador más longevo en las mayores: LaTroy Hawkins, de 42 años. El derecho se apuntó el rescate en 23 de 26 oportunidades, luego que el zurdo Rex Brothers no pudo consolidarse con la responsabilidad.
AP
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