Foto: liderendeportes.com
En medio de llantos y desconsolación, centenas de personas se acercaron al Cementerio del Este, en Caracas, para despedir al joven lanzador, Víctor Sánchez, quien falleció el sábado pasado.
El pitcher de los Leones del Caracas y Marineros de Seattle murió tras ser golpeado por la propela de una lancha en su cabeza mientras se bañaba en una playa del estado Sucre, el 14 de febrero.
Fueron 42 días los que duró recluido en terapia intensiva, hasta que falleció.
Al sepelio acudieron familiares, amigos, compañeros de equipos y decenas de personas ligadas al beisbol.
“Recuerden a Víctor como un competidor y tremenda persona. Estaba muy enfocado para la edad que tenía (20 años)”, dijo Emilio Carrasquel, coordinador de operaciones de Marineros en Venezuela y encargado de firmar a Sánchez al profesional, cuando tenía 16 años de edad, por 2,5 millones de dólares, el segundo bono más alto para un prospecto del país.
Precisamente, los familiares del novato firmado por el monto más alto (Adonis Cardona, $2,8 millones), también participaron en la cristiana sepultura, pues ambos jugadores eran grandes amigos. “Adonis quería estar aquí, despidiéndolo. Ellos se habían prometido llegar a Grandes Ligas y enfrentarse en un juego”, comentó uno de los cercanos de Cardona, ficha de los Azulejos.
El lanzador Orber Moreno fue otro de los presentes en el acto. Además, varios trabajadores de los Leones del Caracas acompañaron a los familiares en el doloroso momento.
Sánchez se despidió de este mundo bajo la entonación del Himno Nacional y un minuto de aplausos, esos que tanto recibió cuando completó sus mejores faenas en ligas menores o en la LVBP.
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