Un barco australiano, equipado con material específico para el rastreo de “cajas negras” de aviones, zarpó este lunes con el objetivo de intentar encontrar las del vuelo MH370, pero los expertos advirtieron que primero deben recuperarse restos de la aeronave para delimitar la zona de búsqueda.
La búsqueda de evidencias físicas de que el Boeing 777 de Malaysia Airlines con 239 personas a bordo se estrelló en el Océano Índico, como Kuala Lumpur declarara oficialmente, ha sido hasta ahora infructuosa a pesar del gran operativo desplegado, en el que participan siete países.
Por vía satelital se han detectado objetos flotantes en una vasta región marítima, pero los que han sido recuperados hasta ahora resultaron ser material de pesca perdido o simples desechos de otra naturaleza.
El domingo, algunos de los aviones que sobrevuelan la zona detectaron objetos que fueron recuperados por los buques “HMAS Success” australiano y “Haixun 01″ chino, pero la Autoridad Australiana de seguridad Marítima (AMSA), que coordina los operativos, señaló que “aún no se ha verificado que pertenecieran al avión del vuelo MH370″.
La búsqueda se reanudó este lunes de manera intensiva en una vasrta región del Índico meridional, equivalente a la superficie de Noruega, con 10 aviones de los países que participan en las tareas (Australia, China, Japón, Nueva Zelanda, Malasia, Corea del Sur y Estados Unidos).
También diez barcos, la mayoría chinos, “rastrillan” esa región desolada en la que casi no hay tráfico marítimo, ubicada a unos 1.850 kilometros al oeste de Perth (Australia) en busca de elementos.
La AMSA advirtió que “en algunas partes de la nueva zona de búsqueda habrá nubes bajas y se registrarán lluvias durante toda la jornada”.
El “Ocean Shield” australiano, equipado con un buscador especial de ‘cajas negras’ suministrado por Estados Unidos, conocido como Localizador remolcado Pinger, y un pequeño submarino autónomo que puede rastrear el fondo marino por medio de sensores electrónicos, zarpó en la jornada desde Perth.
No obstante, el capitán Mark Matthews, de la marina estadounidense, quien participó en particular en la búsqueda del avión de Air France que se estrelló en el Océano Atlántico en 2009 cuando hacía el trayecto Rio de Janeiro-París, dijo que primero se debe identificar el lugar aproximado del accidente para permitir que los aparatos sean eficaces en la búsqueda.
“Es muy importante que encontremos restos en la superficie del mar para poder acotar el área donde podamos llevar a cabo una búsqueda submarina”, explicó a la radio Australian Broadcasting Corporation.
“Por el momento, el área de búsqueda es básicamente el Océano Índico”, añadió, lo que podría entrañar una tarea “eterna”.
El “Ocean Shield” navega en una carrera contra el tiempo, puesto que el avión desapareció hace 23 días, y el barco necesitará por lo menos tres para llegar a la zona. Las “cajas negras” dejan de emitir señales después de 30 días de que una aeronave se accidenta, pero también disponen de un emisor de ultrasonido que puede funcionar otros 15 días más.
En los mismos términos se refirió el comodoro Peter Leavy, de la marina australiana, quien comanda los efectivos militares que participan en esta búsqueda.
“El área de búsqueda continúa siendo enorme, y este equipo sólo se podrá utilizar de manera eficaz cuando haya una mayor probabilidad de determinar dónde cayó el avión del vuelo MH370″, señaló.
- Los familiares piden explicaciones -
Varios familiares de los 153 pasajeros chinos que estaban a bordo del Boeing 777 de Malaysia Airlines viajaron a Malasia para exigir explicaciones, tras conocerse que los restos encontrados hasta ahora en el Índico no corresponden al aparato.
Desesperados al no encontrar una respuesta al misterio que los atormenta desde el 8 de marzo, muchos de ellos se trasladaron a Kuala Lumpur para exigir explicaciones a las autoridades.
El domingo estaban en un hotel de la capital malasia 29 parientes de pasajeros chinos, vestidos con camisetas blancas en las que se lee “Recemos por el vuelo MH370″ y luciendo pancartas con lemas como “Dígannos la verdad. Devuélvannos a nuestros familiares”.
Los familiares de los 153 ciudadanos chinos no han dejado de manifestar su enfado con las autoridades de Malasia, a veces de forma violenta.
“Algunos familiares quieren ver con sus propios ojos el último lugar que pisaron nuestros seres queridos” antes de subir al avión, dijo una mujer, ahogando sus sollozos.
Los familiares están particularmente indignados después del anuncio realizado el 25 de marzo por el primer ministro de Malasia, Najib Razak, de que según las informaciones disponibles el avión cayó en el Índico. Algunos se niegan a aceptar ese veredicto mientras no se encuentren los restos del Boeing.
AFP
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