El CrossFit está de moda y por ello muchos se lanzan al agua para practicarlo sin consultar primero con un médico que determine si el cuerpo está preparado o no para desarollar tal actividad física, pues es un entrenamiento que requiere de un alto nivel de exigencia.
El propio creador, Greeg Glassman, reconoció en un artículo en el New York Times de 2005 que “te puede matar”. Y añadió: “Siempre he sido honesto al respecto”.
La mayoría de entrenadores de CrossFit plantean que se trata de una práctica que pueda realizar cualquiera, pero en realidad se basa en desarrollar ejercicios generalmente olímpicos que llevan meses dominarlos, a veces incluso años. Se trata de llegar a los límites físicos pero sin darle importancia a la técnica, que es clave a la hora de realizar cualquier tipo de actividad física para evitar lesiones.
Por ello, aquel que tenga antecedentes familiares de hipertensión, problemas respiratorios o cardíacos, debe realizar una consulta previa. Asimismo, el esfuerzo excesivo que se genera de esta actividad puede desembocar en problemas renales o lesiones en las articulaciones y en la espalda. Hay que tener en cuenta que se trata de un entrenamiento olímpico aplicado a una persona normal por lo que genera controversia acerca de su ligereza a la hora de parcticarlo.
Agencias
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