Un mujer de la localidad estadounidense de Bartonville ha muerto en un incendio en su casa el pasado martes. Según las autoridades de emergencia que acudieron al lugar de los hechos, la señora, de 44 años de edad, consiguió escapar de las llamas una primera vez. Sin embargo cuando estaba a salvo se percató de un detalle: se había dejado el teléfono móvil en el interior. Al adentrarse en el hogar entre las llamas nunca volvió a salir.
Wendy Rybolt, como se llamaba esta adicta al «smartphone», consiguió escapar de los brazos de los agentes, que trataron de disuadirla. Los Policías entonces intentaron entrar al interior de la vivienda para sacarla con vida, sin embargo la gran cantidad de humo les impidió entrar de nuevo.
El suceso es más dramático aún. La hija estaba con la madre frente a la casa, protegida ya del fuego, cuando vio cómo su madre decidió lanzarse al interior de las llamas para recuperar el teléfono.
«Las cosas materiales pueden ser reemplazadas. Pero la vida es algo que no se puede volver a recuperar. No intentes entrar a una casa en llamas para recuperar tus cosas. Hay mucho humo y el monóxido de carbono acabará contigo», ha explicado el jefe del departamento de Policía Brian Fengel a CiNewsNow.
Agencias
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