Las celebraciones de los campeones de la Serie Mundial, los Gigantes de San Francisco, no se enfriaron ni con la lluvia que cayó en la ciudad, y miles de aficionados salieron a la calles a saludar a los poseedores del título del Clásico de Otoño.
Durante el paseo que hicieron los jugadores de la novena campeona de las Grandes Ligas por algunas de las calles de San Francisco la gente los vitoreaba, aplaudía y felicitaba por haber llevado a su ciudad su tercer título de Serie Mundial en cinco años a pesar de que en esos momentos parecía arreciar la lluvia.
“Yo les digo a mis jugadores que son unos guerreros, pero ahora creo que los guerreros son nuestros aficionados por salir bajo esta lluvia a saludarnos”, dijo el piloto de los Gigantes, Bruce Bochy.
Los Gigantes se apoderaron del campeonato al conseguir números de 4-3 en la serie que se jugó al mejor de siete contra los Reales de Kansas City.
La victoria decisiva la consiguieron los Gigantes el miércoles por la noche cuando derrotaron en el séptimo partido a los Reales con pizarra de 3-2, teniendo en la lomita los lanzamientos de Madison Bumgarner y el juego oportuno y decisivo del antesalista venezolano Pablo Sandoval, que anotó dos de las tres carreras de su equipo, incluyendo la del triunfo.
Dos días después de la victoria, los seguidores de los Gigantes se dieron cita a lo largo de la Market Street, por la que desfilaron los jugadores y entrenadores a bordo de autobuses de dos pisos.
Además de los jugadores activos, también participaron en el desfile Willie Mays y Barry Bonds, entre otros invitados.
EFE
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