En los museos y zoológicos podemos encontrar generalmente el aviso de “no tocar”, pero no siempre la gente cumple con la solicitud.
Logan Riley, llegó hasta Spy Museum Washington con su familia para disfrutar de las exposiciones, cuando es llamada por sus hijos para que vea algo muy especial.
La mujer se acerca al vidrio y lo toca en reiteradas ocasiones, hasta que la última vez aparece sorpresivamente un tiburón que llega a romper el vidrio en su afán de poder alcanzar a Riley.
La reacción no es otra que de miedo y pavor, la que hace a la mujer a caer al piso mientras intentaba escapara del animal, para después darse cuenta de que todo de trataba de una exposición de hiperrealismo.
Sin duda, Logan volverá a pensarlo dos veces antes de volver a tocar el vidrio de un museo.
Agencias
 
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