DANIEL G. APARICIO
- Mario Casas repite con Álex de la Iglesia en 'Mi gran noche', donde interpreta a Adanne, un histriónico cantante latino.
- El joven actor reconoce que le encantan los papeles cómicos y que se siente mucho más cómodo en el humor que en el papel de ídolo adolescente.
- Asegura que es muy familiar y que le encanta trabajar.
Mientras varios grupos de niñas le esperan nerviosas a las puertas de un importante hotel de Madrid, Mario Casas, sonriente y muy cercano, charla con la prensa sobre su papel en Mi gran noche, donde interpreta a un histriónico cantante latino. Rodeado del aura de ídolo adolescente, el joven actor confiesa que prefiere su faceta de cómico como la que explota en esta cinta de Álex de la Iglesia a la de conquistador.
Repite con Álex de la Iglesia sólo dos años después de Las brujas de Zugarramurdi.
Yo creo que ha habido química, nos hemos entendido muy bien. En Las brujas... los dos vimos por dónde queríamos llevar la comedia, qué personaje enseñar al público alejándonos un poco de la imagen que la gente tiene de mí por la televisión y por algún personaje del cine. Cuando leí el personaje de Adanne en el guión dije "esto lo tengo que hacer". Me encantó la idea de cambiar físicamente, ponerme un pelucón... Además, le llevé una propuesta a Álex y le encantó, lo veía igual que yo. A mí me encanta su cine, sé lo que le gusta y eso ha hecho que hayamos coincidido perfectamente.
¿Cómo se sintió todo el tiempo con esa peluca rubia?
Maravilloso. Mis compis me decían que era muy pesado porque, desde primera hora de la mañana, en cuanto me ponían la peluca y la ropa esa, yo estaba ya metido en el personaje y no salía hasta que no me quitaba eso de la cabeza. Me veía así en el espejo y pensaba: "es que puedes hace lo que quieras ahora mismo porque eres otra persona". Me lo he pasado genial.
¿Alguna vez ha cambiado de imagen de forma tan radical?
He tenido el pelo largo cuando era más pequeño, me he dejado barba, me he rapado... pero un look como este nunca (risas).
Parece que la comedia se le da bien...
A mí la comedia me fascina. Hay pelis como Zoolander, con la que esta tiene cierta semejanza, que me encantan. A Ben Stiller y a Owen Wilson los tengo en un pedestal. Hay muchos actores de comedia que me gustan mucho más que los de drama.
Así que puede decirse que es su género.
Yo me he reído de mí mismo siempre. La gente que me conoce y me ve en Las brujas... o haciendo a Adanne o Fuga de cerebros, me reconoce, porque siempre he hecho el payaso, en el colegio, en casa, con mis amigos... Lo que pasa es que eso no se relaciona con la imagen que te dan a veces las fotos, un tipo de pelis o la prensa, que te colocan en un sitio diferente. Pero yo me siento muy relacionado con personajes como este y con la comedia. Me encanta reirme de mí mismo y hacer reír a la gente.
En sus grupos de amigos, ¿siempre ha sido el gracioso?
Yo sí. Era el payaso de clase. Me encantaba hacer de Los Morancos o los sketches maravillosos que tenían Cruz y Raya. Los hacía con mi mejor amigo siempre en fin de curso o cuando podíamos.
¿Le gusta imitar?
No soy tanto de imitar soy un poco malo imitando como de hacer parodia. Soy más de energía, de ver cosas que me gustan y trasladarlas luego a los personajes. Por ejemplo, en Mi gran noche, los andares de Adanne son un poco como los de Ace Ventura. Me quedo a lo mejor con ideas que poder incorporar, pero soy un poco malo imitando.
¿Se ha inspirado en algún otro personaje?
Algunos de los gestos que hago son un poco como los del personaje de Owen Wilson en Zoolander. También he tomado detalles de personajes que he visto en Internet, en Instagram, de artistas de estos de Miami un poco exagerados (risas).
¿Y algún artista en concreto?
No. Al principio se decía un poco lo de Bisbal y tal, por la primera foro, pero en el momento en el que ves la peli te das cuenta de que no es así. Hombre, a la hora de bailar sí es un poco Chayanne, Ricky Martin o quizá Carlos Baute, pero no tiene nada que ver. Es un personaje creado y que a lo mejor te puede recordar a alguien pero no es ninguna parodia de ningún cantante en concreto, que hubiese sido algo feo además.
¿Usted canta?
No. Bueno, en los karaokes sí.
¿El qué?
Yo creo que Mi gran noche la cantamos todos y también otros temas de Raphael. Raphael decía que le conocen como cinco o seis generaciones, y es verdad. Mi hermano y sus amigos, que tiene entre 18 y 20 años, se van al karaoke y a lo mejor se cantan una de Raphael. También canto alguna de Estopa, Camela, Nino Bravo... Las típicas que cantamos todos.
La película se desarrolla durante la grabación de un programa de Nochevieja, ¿alguna vez ha participado en alguno?
Nunca. Me parecen la hostia. Cuando tú los ves, te da cuenta de cómo se hacen y es todo un poco extraño. Hombre, a lo mejor hay gente que se cree que es en directo, que todo está pasando en ese momento, pero la realidad es que a lo mejor lo han grabado en verano, como pasa aquí en la peli. De todos modos, yo nunca he sido mucho de los programas de Nochebuena o Nochevieja, siempre me he quedado más con la familia, charlando, hablando o jugando algún juego todos juntos en vez de ponernos a ver la tele.
Raphael en cambio sí está más acostumbrado a esos programas...
Raphael es Nochebuena. Ojo, porque como le digas Nochevieja la lías (risas). Va a un público más familiar.
No para, tiene otros dos proyectos a punto de estrenar, ¿no?
Sí. Uno es Palmera en la nieve, que al final sale el 25 de diciembre. Es una historia épica, muy grande, sobre los españoles colonos en Guinea Ecuatorial. Cuenta la vida de un chaval que sale de Huesca y se va a vivir allí durante 25 o 30 años, hasta que echaron a los españoles. Ves el proceso vital de este chico, de ser inconsciente e ingenuo a cómo se va oscureciendo su vida y se va haciendo un hombre.
El otro proyecto es sobre la historia de los mineros chilenos, ¿verdad?
Sí. Los 33 tuve la oportunidad de verla en Chile y a mí me parece una peli chula que cuando llegue aquí la gente se lo va a pasar bien. Además, toca mucho el corazón. Patricia, la directora, ha sabido apretar bien en una historia que todos conocemos pero que, aun sabiendo lo que pasa, consigue que te emociones y la disfrutes.
Con tanto proyecto, ¿tiene algo de tiempo libre?
No te voy a negar que estos meses no. Pero no me importa, yo lo prefiero. Cuando llevo un mes sin trabajar me pongo nervioso, me entran picores. Prefiero estar ocupado. En el trabajo es donde me siento más cómodo, donde más feliz estoy y cuando más sonrío.
¿Y qué hace en sus pocos tiempos de ocio?
Intento irme por ahí de viaje, coger el coche y escaparme. Si es verano, me gustar ir a Galicia a hacer surf para relajarmae y desconectar, o aprovecho para quedarme con mi familia. Tengo además un hermanito de un año y nada y no me lo quiero perder, porque ahora cuando está creciendo es lo más bonito. Sea lo que sea, lo que me gusta es estar con mi gente.
¿Tiene mucho apego a su familia?
Muchísimo. Yo me considero muy familiar. No me gusta estar solo, no lo paso bien, y cuando tengo tiempo de descansar me voy con ellos. Al final, cuando te vas a trabajar fuera, a hacer pelis en Chile o incluso a Barcelona, que está más cerquita, lo que uno echa de menos es la familia.
Ha subido hace poco un vídeo a Instagram montando un monociclo eléctrico...
Es increíble, estoy enganchado, me lo estoy pasando como un enano con él. Al final este tipo de transportes son el futuro: no contamina, es eléctrico... Bueno, con el que llevo hay que hacer equilibrio, así que hace falta un aprendizaje de unos días y es sobre todo para pasarlo bien, pero el concepto es ese.
¿Le gustan las redes sociales?
Me gustan las redes sociales, sí. No tenía Instagram hasta hace dos días, pero al final me han convencido mis colegas, que no paraban de decirme que cómo era posible que no tuviese. Me hacían sentir como antiguo (risas). Pero lo uso principalmente para el trabajo. Me expongo bastante poco, tanto en pensamiento como en mi vida personal, lo utilizo para informar a la gente que te sigue por lo que te sigue, que es el trabajo, no por otra cosa.
Hace poco surgió una polémica sobre el hecho de que las actrices de Hollywood cobran menos que los actores, ¿ha notado algo similar en España?, ¿cree qué las mujeres están discriminadas o infravaloradas?
Creí que me ibas a preguntar por el photoshop de Inma Cuesta (risas). Infravaloradas absolutamente para nada. Yo creo que en este país hay mejores actrices que actores. Las actrices en este país son enormes. En cuanto a dinero no tengo ni idea sobre si cobran más o cobran menos. Entre los actores no hablas de eso, es súper feo, ¿no? Sin embargo, sí puede ser que para hombres haya mucha más variedad de personajes. Vas fuera, a EE UU, y parece que si no eres Meryl Streep, todos los personajes o al menos los más variados se los dan a hombres.
Ya que cita a Imma Cuesta, ¿qué le parece la polémica?, ¿a usted le han rotocado alguna vez con photoshop?
A mí, pues seguro (rsas). Me parece muy bien que lo diga. Si ha sido así y ella lo ha sentido de esa manera y le ha salido natural... oye, pues muy bien.
¿Cine o televisión?
Las dos cosas. A mí la televisión me ha dado todo, me ha dado la oportunidad de darme a conocer, de formarme mucho delante de una cámara, de cometer muchos errores y aprender de ellos... Por otro lado, el cine te da la oportunidad de disfrutar de ese proyecto en el que te sumerges mucho más, porque al final en la televisión ensayas una o dos semanas, los personajes cambian, van, vienen... y el cine es lo que es: tú lees ese guión, compones mucho, muchísimo el personaje, trabajas con el director, con los actores y a los dos meses la historia se acaba. Conoces al personaje y en cinco meses ya lo abandonas. Eso tiene algo mágico que lógicamente no lo tiene la televisión.
Aun así, la televisión cada vez se parece más al cine...
La televisión está en un momento maravilloso. Tengo muchas ganas de volver. Me apetece mucho hacer esto que hacen fuera y han empezado a hacer aquí también de las miniseries de 6 y 8 capítulos, que tiene más semejanza con el cine y te permite componer mucho más al personaje.
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