jueves, 20 de febrero de 2014

¿QUIÉN GANARÁ ESTA VEZ? (Ramón Alberto Escalante)

2122 ¿QUIÉN GANARÁ ESTA VEZ? (Ramón Alberto Escalante)

Ramón Alberto Escalante



Me fascinan los tweets y posts de las redes sociales en cuanto a su contundencia y divergencia. Son como dos mundos abismalmente contrastantes: los chavistas y los opositores, cada uno con fotografías y declaraciones, argumentos, noticias de fuente fidedigna, predicciones y juicios apocalípticos. Como si fuera posible que sobre un mismo territorio existieran a la vez dos países que se llaman igual pero con población tan distinta.


Esta vez tengo más dudas que las anteriores porque ahora hay dos frentes opositores claramente diferenciados: el de Leopoldo López que abandera la salida desde la calle y el de Capriles, transaccional y paciente, que apuesta a las próximas elecciones. Y el inefable gobierno que sólo ve conspiraciones desde Washington, golpes secos, golpes fríos, pero no se aviene a reconocer que todo esto pudo evitarse…


Pudieron evitarlo si el Gobierno hubiese aprovechado las cíclicas “lunas de miel” que le regalaba la Oposición… Saliendo del Paro en febrero de 2003, dominaba omnímodo al país, hasta sin Coordinadora Democrática, una oportunidad dorada para dar un viraje económico, abrirse a la clase media, involucrarse en un plan faraónico de obras civiles y viales. Para 2006, sin un solo diputado opositor, tenía como pagar la deuda externa, modificar las leyes para abolir permisologías y crear millones de pequeñas empresas. Todavía en 2007, cuando perdió el referéndum constitucional podían dar el necesario revolcón, abrirse a la competitividad, reinsertar Venezuela en la globalización, racionalizar el gasto público, liberar el dólar y la economía en conjunto, evitando esta espantosa devaluación y el desabastecimiento.


Al otro lado, la Oposición también desechó tantas oportunidades estelares… ahorita mismo, estas protestas de motivación legítima, digamos, inevitables, procuran escurrir la sombra de la guarimba, de la Plaza Altamira, del paro general indefinido. Aquellas veces se adelantaron a los hechos, presumieron, pretendieron generar el estallido popular. El peor error, sin ofrecer una contrapropuesta ideológica y operativa, sólo sustituir el populismo socialista por otro populismo de derecha, a lo más poniéndose la gorra al revés. Y así fueron copilotos en el viaje del país a este callejón sin salida.


Cada bando tiene argumentos lógicos, incuestionables. Que la Constitución no prevé salidas callejeras, cierto. También que todo cambio de gobierno debe surgir por la vía electoral, indudable. Que están recién-legitimados por el triunfo en las municipales, bueno, otro favor más de Capriles, quien convirtió unas elecciones locales en plebiscito y al perderlo, regaló ese argumento…


Pero cualquier pueblo del mundo al que lo sometan día y noche a interminables colas para conseguir comida, que viva aterrorizado por el hampa y sicariato, cuyo salario se haya volatilizado por la inflación indetenible, estallaría de indignación y se iría a la calle. Eso está pasando, difícilmente lo hayan diseñado en la Embajada Americana. A la hora de escribir estas líneas, no se han cruzado las fronteras el Oeste chavista y el Este opositor, y viene la balumba del Carnaval, por lo cual es impredecible la intensidad venidera.


En dos semanas van varios rounds cerrados en empate. Una marcha gigantesca opositora, otra más estructurada del gobierno. La estudiantina casi en pleno marchando pero ningún barrio en disturbios, otro empate. La comunidad internacional entre solidaria con el gobierno o indiferente, round del gobierno. El apagón informativo a cuenta del gobierno, la masificación de las redes, operando con la oposición. Leopoldo López, contundente y heroico, mandelizado, listo para competir en lo que venga, round clarísimo de la oposición. ¿Qué vendrá ahora?


(*) Abogado y Politólogo raescalante@hotmail.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario