domingo, 19 de abril de 2015

Andrés Moreno, el venezolano que se atrevió a crear la mayor escuela de inglés en línea

andres moreno El venezolano Andrés Moreno empezó su startup “Open English” en un pequeño apartamento en Caracas, y con 700 dólares y el sueño de convertirla en la mayor escuela en línea de enseñanza de inglés dio el salto a Estados Unidos donde ha logrado reunir fondos de inversionistas por 120 millones de dólares.


En 2003, Moreno, un joven que por el trabajo de su padre vivió durante su infancia y adolescencia en 9 países y estuvo expuesto a diferentes idiomas, fundó en Venezuela Optimal English, una compañía de aprendizaje de inglés para ejecutivos de empresas.


“Como viví en tantos países los idiomas siempre fueron una pasión, que luego entendí que servían como una puerta al crecimiento profesional”, dijo Moreno en entrevista.


La experiencia con sus cursos para ejecutivos le permitió identificar los retos de la enseñanza del inglés con métodos tradicionales de clases presenciales.


El venezolano Andrés Moreno empezó su startup “Open English” en un pequeño apartamento en Caracas, y con 700 dólares y el sueño de convertirla en la mayor escuela en línea de enseñanza de inglés dio el salto a Estados Unidos donde ha logrado reunir fondos de inversionistas por 120 millones de dólares.


En 2003, Moreno, un joven que por el trabajo de su padre vivió durante su infancia y adolescencia en 9 países y estuvo expuesto a diferentes idiomas, fundó en Venezuela Optimal English, una compañía de aprendizaje de inglés para ejecutivos de empresas.


“Como viví en tantos países los idiomas siempre fueron una pasión, que luego entendí que servían como una puerta al crecimiento profesional”, dijo Moreno en entrevista.


La experiencia con sus cursos para ejecutivos le permitió identificar los retos de la enseñanza del inglés con métodos tradicionales de clases presenciales.


“En 2007 hice mi primera llamada por Skype y pensé que la tecnología nos podría permitir enseñar inglés sin tener que traer profesores americanos, como hacíamos en Venezuela hasta el momento. Nuestro modelo no era muy escalable como negocio así que era el momento de innovar”, explicó.


El empresario destacó también que era un momento en el que Internet ofrecía muchísimas posibilidades y que el inglés era un herramienta vital no solo para entender los contenidos sino también para el crecimiento profesional.


“El crecimiento en el mundo profesional está hoy en día muy relacionado con el conocimiento del inglés. Sabíamos que había en Latinoamérica una necesidad de 200 millones de personas que necesitaban aprender el idioma y nuestra tarea era encontrar una solución”, afirmó.


Moreno aseguró que en América latina la gente tiene conceptos básicos del inglés, pero “nuestro reto era encontrar la forma de hablarlo con fluidez y eso se logra con práctica y con un buen profesor que te guíe en ese camino”.


Entonces se asoció con Wilmer Sarmiento, un excompañero de la universidad Simón Bolívar, para desarrollar una plataforma que permitiera la enseñanza en línea disponible las 24 horas del día durante los 7 días de la semana.


“En el mismo apartamento donde yo vivía instalamos nuestra oficina, trabajamos con hasta 22 programadores y después de siete meses se nos acabó el dinero. En ese momento levantar capital para startups era sumamente complicado en la región porque básicamente no se entendía esa forma de hacer negocios”, detalló.


Con 700 dólares en el bolsillo y la idea de usar la tecnología para hacer la enseñanza más eficiente y barata sin que éste reemplazara el talento humano, Moreno emprendió un viaje a Silicon Valley en busca de inversores que creyeran en su proyecto.


“En Silicon Valley tú llegas con una buena idea y si hay interés te valoran tu compañía y te dan un millón de dólares por el 20 % de tu empresa. En América Latina, en esa época no se entendía aunque ha ido cambiando la cultura de inversión en startups de tecnologías”, reconoció.


En una primera ronda, Moreno logró reunir un capital de dos millones de dólares de los llamados “inversionistas ángeles” (aquellos que aportan una inyección de dinero a emprendedores en sus etapas iniciales) que creyeron en el proyecto.


Con una campaña muy fuerte en televisión por cable, Open English hizo comerciales divertidos que se convirtieron en virales mientras se incrementaban los números de sus estudiantes que hoy llegan a 300.000.


El éxito del modelo permitió que Open English reúna hasta el momento 120 millones de dólares provenientes de inversionistas de riesgo que la coloca en una de las compañías de ed-tech (tecnología de educación) que más capital ha reunido en Estados Unidos y que opera con 2.000 empleados en 20 mercados.


El reto de Moreno es conquistar el mercado hispano de Estados Unidos, donde, como aseguró, uno de cada 10 adultos inmigrantes no habla inglés.


Después de 9 años y una empresa con una valor estimado en el mercado de 350 millones de dólares, Moreno asegura que la lección que ha aprendido como emprendedor es que lo importante es ser perseverante.


“Desde un apartamentico en Venezuela hasta conseguir 100 millones de dólares para una compañía, los retos, frustraciones y los errores no nos hicieron abandonar este sueño de no solo tener una empresa sino que tenga un impacto social a través de la educación”, concluyó.


Open English ofrece un enfoque innovador al aprendizaje del inglés, con clases en vivo ilimitadas con profesores nativos del idioma inglés y más de 2.000 horas de contenido multimedia.


EFE


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