El hecho que el hampa en Venezuela asesine a funcionarios policiales genera que la población se sienta cada vez más indefensa, pues crece la incertidumbre sobre qué pasará con quienes no tienen armas; aseguró el alcalde del municipio Sucre, Carlos Ocariz.
Las bandas de delincuentes en Venezuela han asesinado en lo que va de año a 45 policías de los diferentes cuerpos de seguridad de la Gran Caracas. Sus motivos tienen que ver con el robo del armamento oficial y el prestigio que se gana al eliminar a un funcionario.
Una de las últimas muertes, que ha causado conmoción en la opinión pública, es la de la funcionaria de la policía del municipio Sucre, Osmary Tavare, de 27 años, asesinada a las 8:00 am.
El suceso fue grabado por una cámara de seguridad de la zona en el que se puede ver a una pareja de delincuentes que se trasladan en motocicleta y se dirigen directamente al punto en el que se encuentra la funcionaria junto a su compañero asignado y sin mediar palabra, le disparan y le roban el arma.
Según Ocariz, de los 45 funcionarios asesinados en la Gran Caracas, cinco pertenecen a PoliSucre.
“El asesinato de los policías ha afectado a todos los cuerpos policiales, independientemente de la ideología del gobernante al que pertenece ese cuerpo de seguridad”, resalta Ocariz, que dice que el Ministerio de Interior, la policía científica y la Fiscalía, deben dedicarse a investigar estos crímenes y actuar en función de la “emergencia”.
EFE
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