DANIEL G. APARICIO
- Cuarenta años después de 'Rocky', la película que lo lanzó a la fama, Sylvester Stallone vuelve a disfrutar del éxito interpretando al mismo personaje en 'Creed'.
- El otro gran personaje de su carrera, Rambo, también volverá a los cines.
- Sylvester Stallone trajo con éxito al siglo XXI el espíritu del cine de acción de los 80 y 90 gracias a la saga 'Los mercenarios', repleta de viejas glorias.
Siglo XX, años ochenta. El cine era algo muy diferente a lo que vemos hoy día. Era la época dorada del cine familiar, de las aventuras de ciencia ficción y fantasía en la que el cartón piedra, las maquetas y los trucos de cámara obraban milagros visuales. Era la época de los videoclubs, del VHS y, sobre todo, de los héroes de acción.
Las grandes estrellas de Hollywood, los que conseguían encadenar éxito tras éxito, eran tíos duros de mirada fría, aspecto viril y expresividad más bien limitada. No les hacía falta, sus puñetazos, patadas y ametralladoras hablaban por ellos. Tipos como Chuck Norris, Kurt Russell, Jean-Claude Van Damme y, sobre todo, Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone, eran los reyes.
Son estos dos últimos los que mejor han sabido adaptarse al nuevo siglo. Tras un largo período en el que la figura del héroe de acción había caído en el olvido, Schwarzenegger y Stallone han regresado con fuerza. El primero, que llegó a ser gobernador de California durante ocho años, no deja pasar ni doce meses sin pasarse por la gran pantalla. El segundo, que ha reunido a todas las viejas glorias en la saga Los mercenarios, ha retomado con éxito los papeles que le hicieron famoso. El último caso, la resurrección del boxeador Rocky Balboa en Creed, ya le ha permitido obtener un Globo de Oro, un Critics' Choice Movie Award y una nominación al Oscar como mejor actor de reparto.
Fue precisamente Rocky el personaje que lo catapultó a la fama. En 1975, inspirado por el combate entre Muhammad Ali y Chuck Wepner, Stallone se decidió a escribir un libreto. Sólo tardó tres días en hacerlo. Era bueno, las productoras veían mucho potencial en el texto, pero no querían que el joven fuera el protagonista e incluso le llegaron a ofrecer una gran suma de dinero para hacer su propio casting.
El actor se negó, no quería vender a menos que él fuese la estrella del filme. Lo logró por menos dinero del que le ofrecieron inicialmente, pero el resultado fue bueno. En 1976, Rocky vio la luz. En 1977, el largometraje obtuvo el Oscar a mejor película. Además, Sylvester Stallone estuvo nominado en las categorías de mejor actor y mejor guion original.
El éxito permitió convertir Rocky en una franquicia. Durante los siguientes quince años se estrenaron cuatro secuelas. Tras Rocky V (1990), que no convenció a los críticos y además no funcionó en taquilla, el personaje quedó aparcado durante más de quince años. En 2006, Rocky Balboa volvió a ganarse el favor de los fans, aunque ha tenido que pasar una década más (cuarenta años desde el nacimiento de Rocky) para recuperar la excelencia con Creed, donde el boxeador se convierte en entrenador del joven Adonis Johnson, el hijo del fallecido Apollo Creed, quien en el pasado fue uno de sus más duros rivales.
Pero Rocky no es el único personaje emblemático de Stallone. Su otro gran papel es el de John Rambo, un boina verde veterano de la guerra de Vietnam experto en técnicas de supervivencia. La primera vez que encarnó a este icónico personaje del cine de acción fue en Acorralado (1982), basada en la novela de David Morrell First blood. Repitió en Rambo II (1985) y Rambo III (1988). Como ya hizo con Rocky, Stallone actualizó el personaje al siglo XXI con John Rambo (Rambo IV), una resurrección del mito cargada de violencia que hacía caso omiso a la correción política y de sensibilidad imperante en la actualidad.
El actor aún no ha abandonado al personaje. Stallone ya trabaja en la quinta entrega de la saga, Rambo: Last Blood, donde ejercerá de director y, por supuesto, de protagonista.
Aunque pocas veces ha obtenido buenas críticas, Stallone ha dejado muchos más personajes para el recuerdo más allá de Rocky y Rambo. Fue un duro teniente de policía en Cobra (1986), interpretó a un camionero y sensible padre aficionado a los pulsos en Yo, el halcón (1987), se marcó una memorable buddy movie (película de colegas) con Kurt Russell en Tango & Cash (1989), probó suerte en la comedia con ¡Alto! O mi madre dispara (1992), practicó el alpinismo en Máximo riesgo (1993), viajó a un futuro cercano en Demolition Man (1993) donde plantaba cara a Wesley Snipes en una mezcla acción, comedia y ciencia ficción, se metió en el pellejo de un héroe de cómic en Juez Dredd (1995)...
Ya en el siglo XXI, al margen del retorno de sus personajes más icónicos, el gran acierto de Sly (nombre con el que todo el mundo le llama de forma cariñosa) fue resucitar el espíritu del cine de acción de los ochenta y noventa con Los mercenarios, una saga (de momento trilogía) que ha reunido a todas las viejas glorias del género, las ha mezclado con actores más jóvenes y ha aderezado la mezcla con acertados toques de humor y autoparodia.
Por la saga, que comenzó dirigiendo, produciendo y protagonizando él mismo, ya han pasado actores como Jason Statham, Jet Li, Dolph Lundgren, Mickey Rourke, Bruce Willis, Randy Couture, Jean-Claude Van Damme, Chuck Norris, Wesley Snipes, Antonio Banderas, Mel Gibson, Harrison Ford y, por supuesto, Arnold Schwarzenegger, quien ahora da todo su apoyo y felicitaciones a su colega Sly por el dulce momento que atraviesa su carrera a los 69 años.
Congratulations @TheSlyStallone. You deserve it, my friend! #GoldenGlobes http://pic.twitter.com/Cl9IgjgQ7t
Arnold (@Schwarzenegger) enero 11, 2016
Sylvester Stallone está demostrando que no hay edad para subirse al cuadrilátero cinematográfico.
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