A los dos años de edad Alis Valeria Villalobos García, de 12, fue diagnosticada con autismo en grado moderado a severo. Según el relato de su mamá, Lismary García, era una niña no verbal, no tenía lenguaje, no establecía contacto visual, se balanceaba, estaba ensimismada, aleteaba, tenía alteraciones sensoriales e hipersensibilidad auditiva. La vieron los especialistas más renombrados del país y todos coincidieron en que sería dependiente toda su vida y tendría que asistir a una escuela especial.
Sin embargo, hoy, día en el que se conmemora la concienciación sobre el autismo, Alis Valeria es una dulce niña que pertenece al cuadro de honor de su colegio Marcos Fabio Quintiliano, creó el primer club de lectura de la institución y pasó a 7mo grado, así como entabla interesantes conversaciones, contacto visual pero sobre todo hace alarde de su amplia creatividad a la hora de escribir y contar cuentos.
Su mamá, quien a raíz de este diagnóstico no desmayó y a sus casi 40 años estudia segundo semestre de Nutrición y Dietética en la Facultad de Medicina de LUZ, con el único propósito de hacer eco de los grandes avances que existen sobre el tratamiento del autismo enfocado principalmente a nivel inmunológico, gastroenterólogo, y metabólico.
“Cuando a Alis Valeria la diagnosticaron con autismo comencé a investigar y a recurrir a todos los médicos que pude pero simplemente dijeron que la niña sería dependiente toda su vida, la medicaron pero no lo acepte, así que continué mis investigaciones”, explicó García.
Destacó que un día encontró lo que se denomina “Tratamiento Biomédico”, el cual es poco conocido en la ciudad y quizás en el país, llevado a cabo en Estados Unidos. “Muchos médicos desconocían este procedimiento y en vez de intentarlo decían que no estaba científicamente comprobado”.
EL Tratamiento Biomédico consta de una intervención nutricional especial, libre de gluten, caseína (proteína de la leche de vaca), azúcar refinada, colorantes y conservantes. Estos componentes no son digeridos completamente por los organismos de las personas que tienen este trastorno, por lo que se convierten “en tóxicos y hay que sustituirlos. Al hacer esto los cambios son inmediatos”, aseguró Lismary, quien después de 10 años da fe del gran cambio que su hija ha vivido a raíz de la implementación de este procedimiento.
“Alis una vez diagnosticada inicio terapias y así estuvo seis meses, pero no obtuvimos respuesta alguna, pero al implementar este tratamiento mi hija me miró a los ojos por primera vez a los tres días, y ese fue un sentimiento indescriptible, maravilloso, fue algo como ‘mami estas aquí’”, contó García con lágrimas en sus ojos al recordar ese momento.
“Al tratar el sistema inmunológico, gastroenterólogo, y metabólico Alis empezó a responder”, reiteró una vez más García.
Asimismo, explicó que el autismo es más común en niños que en niñas, “por eso al saber del caso de una niña con autismo los médicos como que te van preparando para lo que viene”.
También acotó que “el autismo incapacita a una persona, pero es completamente tratable y recuperable y es lo que quiero demostrar y que otros padres que están en la misma condición que yo vivan y sientan lo que yo he logrado con este tratamiento”.
El Tratamiento Biomédico fue implementado por Lismary “sin apoyo médico aquí en el país, sino a través de la asesoría de padres y médicos con hijos con autismo en Estados Unidos, vía Skype”.
Durante la entrevista García hizo un paréntesis para recalcar que el término para catalogar a las personas con este trastorno es “niños con autismo” y no “autistas”, así como hoy no “se celebra” el día del autismo, sino “se conmemora”… “Hay que tener cuidado con los términos que se utilicen”.
Por otra parte, comentó que desde hace cinco años inició la Fundación Unidos por el Autismo Zulia (Fupaz), en Twitter: @fupaz y en Facebook: Fupaz. “Estoy comprometida con esta lucha y la difusión de esta información. El autismo no es posible detectarlo durante el embarazo, se habla de una predisposición genética pero después de más de 50 años de estudio aún no se conoce la causa principal de este trastorno”, contó, al tiempo que agregó que el síndrome de Asperger pertenece al mismo espectro autista.
De la misma manera, García quiso resaltar que “detrás de la condición de autismo hay una condición médica que tratar, y eso lo desconoce mucha gente, incluso a nivel médico. El Tratamiento Biomédico corrige estas alteraciones a nivel inmunológica, gastroenterológica y metabólica, y es cuando el niño empieza a responder, y tiene ese maravilloso despertar”.
Y es que con su experiencia Lismary García aseguró que este tratamiento unido a las terapias psicoeducativas “el niño responde”.
“Las personas con autismo se van en deterioro y las consecuencias a nivel neurológico llegan a ser irreversibles”, destacó la mamá de Alis Valeria.
Igualmente, orgullosa contó que “cuando Alis leyó por primera vez su papá y yo quedamos sorprendidos porque nunca le enseñamos nada. En el preescolar la maestra sentaba a Alis para que le leyera los cuentos a los niños y esa era una manera de que socializara, de que sus compañeros la buscaran”.
Hizo extensiva la invitación a todas aquellas personas a participar en la campaña en Twitter #ConcienciaAutismo en el marco de la conmemoración de este trastorno.
Fortaleza…
Lismary recordó con tristeza los duros momentos que le tocó vivir cuando sus familiares se enteraron del diagnóstico de Alis Valeria. “Tuve familiares que se alejaron porque pensaron que el autismo era contagioso”.
“Yo llegaba a una reunión familiar y todos se dispersaban, eso era algo impresionante, pero al ver estos cambios en Alis uno a uno se acercaron y me pidieron perdón, me ofrecieron su ayuda, pero en el momento esas cosas duelen porque son tus familiares”, agregó.
Asimismo, dijo que junto a su hija escribirán un libro sobre el autismo para de esta manera continuar colaborando con todos aquellos padres que tengan hijos con autismo.
Alis Valeria y el cuentacuentos…
A sus 12 años Alis Valeria maneja toda la información referente al autismo, y al preguntarle sobre cómo se siente con los cambios vividos en estos años aseguró que se siente bien, “soy otra persona”.
Dijo haber cambiado completamente a raíz de la intervención dietética. “Fue algo como BOOM… y ya era otra persona”.
Alis señaló que al ver por primera vez a su mamá “me sentí otra persona. Ha sido un proceso largo pero valió la pena y es algo que le agradezco muchísimo a mi mamá”.
De la misma manera, destacó que participa en todos los actos del colegio, así como contó que le gusta la literatura, le gusta leer y escribir, y hace poco escribió un cuento de aventuras llamado “El Cuentacuentos”.
Con respecto a las matemáticas Alis dijo que le gustan pero aseguró que le cuestan un poco las divisiones.
Cuando no está en el colegio le gusta escuchar música “retro”, de los años 60, 70, 80 y música en inglés. “No sé porqué pero me gusta mucho ese tipo de música”.
Por su parte, Adelina de Cortés, madre de Gilberto Daniel, de 15 años, quien estudia 9no grado en el colegio Manuel Felipe Tovar, en La Concepción, y que también participó en esta entrevista complemento lo dicho por Lismary sobre el padecimiento que vivieron al ser víctimas de los falsos diagnósticos de algunos médicos que aseguraron que sus hijos eran esquizofrénicos, “que debían ser medicados y encerrados en una habitación”.
De Cortés destacó que Gilberto leyó al año de edad, así como aprendió solo a hablar inglés. “Es muy inteligente”.
Gilberto Daniel dijo que le gustan todas las materias que ve en la actualidad en el colegio, y en su tiempo libre le gusta estudiar.
Practica karate y ganó el primer lugar en kata, contó con orgullo.
Agregó que le gustaría estudiar Computación en la universidad.
Luciana Ramírez/C.N.P.: 17.051
@luci_ramirez
Fotos: Luis Molero
Noticia al Día
No hay comentarios:
Publicar un comentario