El exanalista de la CIA admitió que no se arrepintió de destapar la trama masiva de espionaje de comunicaciones telefónicas en EEUU
EFE | ÚN.- El exanalista de la CIA Edward Snowden defendió hoy una sociedad "abierta" y "liberal" al aceptar el denominado "Nobel Alternativo", en un discurso que pronunció a través de videoconferencia desde su exilio en Rusia. "Todo esto tiene que ver con hacer más segura nuestra sociedad, con las libertades que hemos heredado. Podemos tener sociedades abiertas y liberales", afirmó Snowden, recibido con una gran ovación en el Parlamento sueco, donde se celebró la ceremonia de entrega. Snowden admitió que es "improbable" que los cambios que defiende se produzcan pronto, aunque mostró su compromiso con esa lucha y no se arrepintió de destapar la trama masiva de espionaje de comunicaciones telefónicas y de internet llevada a cabo en Estados Unidos. "Todo lo que hemos sacrificado ha merecido la pena, lo haría otra vez", afirmó Snowden, al que reclama la Justicia estadounidense. El exanalista, distinguido por revelar la vigilancia estatal que "viola procesos democráticos básicos y derechos constitucionales", recibió un galardón honorífico, sin dotación económica, igual que Alan Rusbridger, director del diario británico "The Guardian", que reveló documentos filtrados por aquél. "Incluso la gente que desaprueba su comportamiento admite en general que ha provocado un debate necesario sobre la extensión, legalidad y ética de las formas de vigilancia masiva que apenas podíamos imaginar hace veinte años", dijo Rusbridger sobre el exanalista. La figura de Snowden, ausente por motivos de seguridad, centró buena parte de la ceremonia, que también distinguió a la Comisión Asiática de Derechos Humanos y a su director, Basil Fernando; al estadounidense Bill McKibben, comprometido en la lucha contra el calentamiento global, y la abogada paquistaní Asma Jahangir. Jahangir se felicitó por los avances en los derechos de la mujer a nivel mundial, pero recordó que existen "fuerzas militantes poderosas que brutalmente deniegan a las mujeres incluso los derechos más básicos". "Hay sociedades en las que una mujer no se puede casar con la persona que elige o es tratada de forma brutal por salir de sus cuatro paredes sin escolta masculina. ¡Hay gobiernos que no permiten a una mujer conducir un coche!", denunció Jahangir, comprometida con la defensa de las libertades civiles en su país. McKibben, aparte de agradecer la "valentía" de Snowden, contrapuso la lucha de los movimientos sociales a la "fuente de dinero" procedente de la industria de los combustibles fósiles, "que compra políticos y propaga desinformación". "El calentamiento global es una prueba para todos, la prueba de nuestra vida en la Tierra", advirtió. Por su parte, Basil Fernando denunció que la Justicia misma contribuye en Asia a fomentar la violencia, sobre todo hacia los pobres, y defendió como objetivo prioritario del trabajo en materia de derechos humanos en países en desarrollo el impulso de cambios institucionales. "El uso de la tortura y de los malos tratos y los asesinatos extrajudiciales asociados son la columna vertebral de las prácticas de los llamados sistemas de justicia", dijo. Jahangir, Fernando y McKibben compartirán los 1,5 millones de coronas suecas (163.000 euros, 210.000 dólares) con que está dotado el premio este año. El Premio al Correcto Modo de Vida (Right Livelihood Award), como realmente se llama este galardón, fue instituido en 1980 por el escritor y exeurodiputado sueco-alemán Jakob von Uexküll para distinguir la labor social de personas e instituciones de todo el mundo.
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