Ya mucho antes de la enfermedad inducida que originó la muerte del Comandante Chávez, estaba bullendo en el seno del Proyecto Bolivariano, una ola de opiniones y pareceres que entres otros casos, respondían a intereses de grupos por torcer a su favor la orientación del referido proyecto político; o bien, respondían al interés vehemente de algunos por darle celeridad para consumarlo, cabalgando en idea de que “en la demora está el peligro”, del ecuatoriano José Eloy Alfaro y que tanto referenciaba Chávez.
Durante estos dos años de ausencia de Chávez, las fuertes y voraces críticas que trascienden la llamada crítica solidaria o propulsora, junto a las constantes embestidas de la oposición, tienen en vilo la continuidad de la propuesta chavista; pues se han constituido en caldo de cultivo para el llamado al defenestrar al gobierno.
Es común escuchar en reuniones de trabajo de camaradas, los distintos puntos de vistas sobre la marcha de la revolución. A veces son discusiones encendidas, donde a juzgar por una que presencié recientemente, unos esgrimen que en la actualidad se ha desnaturalizado el legado de Chávez, en tanto que otros ante tales posiciones, amenazan con levantarse de la mesa precisando que con esas actitudes se irrespete el legado de Chávez.
Pero hay más, aquel que autodenominándose chavista sentencia: ”Ojalá que venga un gobierno de extrema derecha que agarre a los corruptos para se pudran en la cárcel”. ¿Será chavista…? Y si lo es y lo dijo por la arrechera que tiene al no poder comprar algún producto acaparado, ¿Acaso no se imagina lo que pasaría si un gobierno como esos pudiera llegar? ¿O acaso cree que los corruptos tienen un credo particular “revolucionario” que no les permitiría irse del país o acomodarse en un supuesto nuevo gobierno?
Pues bien, si es cierto que existe una realidad crisis objetiva que ha hecho que el pueblo chavista reflexione y tome posición política en torno a la misma, también es cierto que el discurso que se teje sobre la marcha de la revolución, es un timonel que crea matrices de opinión a lo interno. Y “Marea Socialista” tiene gran responsabilidad en ello, y esto por un detalle importante que no debe dejarse a un lado: este colectivo es conducido por algunos de los personajes que fueron referencia importante del Presidente Chávez al momento de construir su discurso, el discurso dirigido al pueblo chavista. Cómo olvidar los comentarios del Presidente sobre las lecturas de ”Un grano de Maíz”. Por ello sin duda, lo que escribe ese sector genera un efecto en los cuadros de la revolución.
Es necesario puntualizar y echar a un lado las descalificaciones, hay que respetar los diversos discursos en torno al proceso, ello es una fortaleza. Y asimismo converger en estrategias discursivas comunes que nos impulsen a generar acciones cohesionadas. La arremetida en contra del parlamento, personificada en la figura de Diosdado Cabello, es otra gran señal de alerta para diseñar acciones políticas en nuestros distintos espacios para afrontar lo que eventualmente pudiera venir.
Para finalizar es obligatorio citar un fragmento de uno de los últimos artículos Toby Valderrama, para que ahora, sobre todo ahora, tenga efecto en la vasta gama de cuadros chavistas:
““Emergencia Revolucionaria”: “Con la Revolución todo, contra la Revolución nada”. Profundizaremos la Revolución y cumpliremos plenamente el mandato del Comandante Chávez: Maduro, Socialismo y cuidado con el reformismo. Derrotaremos a las derechas, a las oligarquías” (…)
Aquileo Narváez Martínez
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