La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por su sigla en inglés) estableció hoy como “zona libre de drones” el estadio de Arizona en el que el domingo se disputará el Super Bowl, la final de la liga de fútbol americano, y pidió a los hinchas que “dejen su dron en casa”.
Después de que uno de esos aparatos no tripulados se estrellara este lunes en los jardines de la Casa Blanca, la máxima autoridad aérea del país quiere aumentar la seguridad en el campo de la Universidad de Phoenix, en Glendale (Arizona) y de los 72.000 asistentes que presenciarán la final.
Considerado una maravilla de la ingeniería, el estadio acogerá el domingo la 39 edición del Super Bowl de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), en el que los Seahawks, campeones de la Conferencia Nacional (NFC), se enfrentarán con los Patriots de Nueva Inglaterra, en posesión del título de la Conferencia Americana (AFC).
“Hay un sonido que no debe oirse y es el zumbido de un avión no tripulado. El Super Bowl está estrictamente considerado como ‘zona libre de drones'”, comunicó en una nota la FAA, que ha elegido las redes sociales para hacer campaña por la seguridad.
Con un vídeo en Youtube y con el hastag #NoDroneZone en Twitter, la máxima autoridad aérea de Estados Unidos ha advertido de las sanciones civiles y penales que impondrá a quienes operen un dron cerca del gran evento deportivo.
Todas las operaciones de artefactos aéreos no tripulados estarán prohibidas en un área de Restricción Temporal de Vuelos (TFR, por sus siglas en inglés) que la FAA establecerá alrededor del estadio en anillos circulares y que se extenderá desde el suelo hasta los 5.500 metros).
Las restricciones estarán en vigor el 1 de febrero entre las 15.25 horas (22.25 GMT) y las 11.59 (06.59 GMT del lunes), unas horas antes y después del juego, que comenzará a las 18.30 (01.30 GMT del lunes).
Además de los drones, las avionetas y los helicópteros de los medios de comunicación estarán prohibidos en un anillo interior, cercano al estadio y donde se incrementarán las medidas de seguridad.
Este anillo tiene un radio de 16 kilómetros en torno al estadio, alrededor del cual los agentes federales ya han establecido un perímetro de seguridad con vallas y retenes se seguridad.
Esta zona incluye los aeropuertos de Glendale, Goodyear y Williams Gateway, aunque la máxima autoridad aérea del país aseguró en su nota que las líneas aéreas comerciales que operan en estos aeródromos podrán funcionar con normalidad.
Las autoridades de Phoenix estiman que más de 100.000 visitantes participarán en las festividades y actividades que se celebrarán en el marco de la Super Bowl, considerada como un evento de seguridad nacional de primera magnitud.
EFE
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